AF Programa de Desarrollo de Competencias (WEB)

36/236 |  MÓDULO I

Entre las estrategias que favorecen la memoria hay que destacar las encamina- das a organizar la información mediante representaciones visoespaciales, como mapas o redes semánticas, y las que lo hacen con representaciones lingüísticas, como resúmenes o cuadros sinópticos. El conocimiento de reglas nemotécnicas tiene la utilidad de ayudarnos a retener información y puede resultar muy útil en la preparación de exámenes.

El desarrollo del lenguaje oral, la lectoescritura y el desarrollo lógico matemático

Estas destrezas constituyen aspectos esenciales del aprendizaje escolar. Son básicas para construir todo el entramado de conocimientos curriculares y, des- de las teorías del procesamiento de la información, se consideran parte de los recursos individuales de adquisición. Son los requisitos previos para poder avanzar en el aprendizaje, por lo que resultan decisivas. Profundizaremos en ellas en el siguiente capítulo y propondremos actividades para su reeducación cuando se parte de un desfase importante en el rendimiento escolar. Las estrategias metacognitivas Constituyen la habilidad para regular, controlar y planificar los procesos de apren- dizaje. A modo de ejemplo, durante la lectura se precisa la capacidad metacogni- tiva de identificar cuándo estamos entendiendo o no el contenido de un texto, pues nos da la posibilidad de detener la lectura, releer, buscar referentes dentro del texto y, en definitiva, tomar decisiones que mejoren el nivel de comprensión. Dentro de este apartado incluimos la competencia de «aprender a aprender», aun- que esta incluya tanto componentes cognitivos como emocionales. Por un lado, la posibilidad de conocerse como aprendiz ayudará a controlar mejor los aprendizajes, pero esto es insuficiente si al mismo tiempo no se mejora en la autopercepción como tal. Tenemos que saber cómo aprendemos, valorarnos positivamente como aprendices y pasarlo bien cuando aprendemos o, al menos, no sufrir en exceso. El reconocimiento del propio ritmo de aprendizaje es otro aspecto relevante. Es frecuente entre los niños con retrasos significativos que añadan a sus dificultades la impresión de que no aprenden. Es fácil comprender el desánimo y la baja au- toestima que genera esta sensación. En estos casos, es conveniente proporcionar alguna herramienta sencilla de autorregulación que haga visible para el niño todo lo que ha aprendido en un período de tiempo corto (puede ser semanal e incluso, al principio, diario). Así, el niño se hace consciente de sus aprendizajes, interioriza que es capaz de aprender y se acostumbra a monitorizar sus procesos.

consejería de políticas sociales y familia •  Comunidad de madrid

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