Automatización, polarización laboral e igualdad socioeconómica
Lamentablemente, el enfoque gráfico no permite medir de manera precisa los efectos que la automatización tiene sobre el mercado laboral al no cuantificar el fenómeno objeto de estudio. Se necesita por tanto un índice de polarización laboral, gracias al cual podamos comparar exactamente el grado de polariza- ción laboral en España con el de otros países de nuestro entorno y entre comunidades autó- nomas. Nuestro índice de polarización laboral (Rodríguez y Sebastian, 2021), explicado breve- mente en el Anexo I, es la suma ponderada de los cambios en el porcentaje de trabajadores de cada ocupación. Con el fin de diferenciar si los cambios se dan en los extremos de la distribución salarial, donde se concentran las ocupaciones con salarios medios más bajos y altos, o en el tramo medio de esta, el índice da un mayor peso a las colas de la distribución. Cuanto más alto es el peso, mayor es la im- portancia que se da a los extremos. Por sim- plicidad, aquí solo mostraremos los resultados para un peso intermedio. En cuanto al índice de polarización propiamente dicho, este varía entre –1 y 1. Toma el valor 0 cuando no hay cambios en las cuotas de empleo de las dis- tintas ocupaciones. Se vuelve positivo cuando los empleos tienden a concentrarse en mayor medida en las colas de la distribución salarial (es decir, cuando hay polarización en el traba- jo), y negativo cuando los empleos a resultas del cambio tecnológico tienden a crearse en el centro de la distribución y a destruirse en los extremos de esta (es decir, cuando hay con- centración laboral). Por último, dado que los cambios en el número de empleos en ambas colas de la distribución salarial son tratados de manera simétrica, los casos de «mejoramiento progresivo» y de «empeoramiento progresivo» no son a priori distinguibles. Para resolver este problema, se descompone el índice de polarización en dos partes: los cambios en las cuotas de empleo de las ocupaciones por debajo de la mediana (tramo inferior) y los cambios en las cuotas de empleo de las ocupaciones por encima de la mediana (tramo superior). Si hay un proceso
Fuente: Elaboración propia.
El cuarto caso es lo que la literatura ha deno- minado «polarización del trabajo» (Wright y Dwyer, 2003; Goos y Manning, 2007), puesto que se produce una disminución de la propor- ción de trabajadores en las ocupaciones de calidad media con respecto a los dos extremos de la distribución, las ocupaciones de baja y alta calidad (panel (IV) de la Figura 2). Como ya se ha dicho, el mejor candidato para explicar este proceso es la hipótesis del cambio tecno- lógico sesgado hacia la rutina (RBTC): la auto- matización sustituye la mano de obra humana en aquellas tareas que son más rutinarias, las cuales tienden a concentrarse en el tramo medio de la distribución salarial. Por último, en- contramos el caso de la concentración del em- pleo (panel (V) de la Figura 2). Este proceso, un aumento de la proporción de trabajadores en las ocupaciones de calidad media en relación con las ocupaciones de baja y alta calidad, es el opuesto al de polarización laboral.
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