Automatización, polarización laboral e igualdad socioeconómica
La estructura productiva de las comunidades autónomas es distinta. Por ejemplo, según los últimos datos del INE sobre la Contabilidad Regional de España (INE, 2019), el sector ser- vicios representa el 86,8 % del total de ocu - pados en las Islas Baleares y el 85,3 % de su PIB, frente a un 59,7 % del total de ocupados y un 60,5 % del PIB en La Rioja. Podríamos, por tanto, inferir que el distinto aparato productivo de las regiones está determinando el grado de polarización laboral experimentado por estas. Comunidades autónomas como Andalucía y las Islas Baleares, al estar más especializadas en el sector servicios, sobre todo en el sector turístico, se verían menos afectadas por la au- tomatización que regiones donde la industria representa un mayor porcentaje de ocupados y PIB regional, tales como La Rioja o Cataluña. Sin embargo, la explicación se nos antoja más compleja. El sector de las manufacturas en Asturias tiene un tamaño semejante al de Andalucía tanto en términos de ocupados como de PIB regional y, sin embargo, la polarización labo- ral de estas dos regiones es muy distinta. De
la misma forma, Navarra es la región con un sector industrial más importante en términos relativos (28,6 % de ocupados y 31,0 % de PIB regional), pero tiene un valor intermedio de polarización laboral (0,36). Pese a ser impor - tante, queda claro que la composición secto- rial de las regiones no es el único factor. Más importante parece el hecho de que los secto- res (servicios, manufacturas, etc.) son hetero- géneos, esto es, que los efectos de la automa- tización parecen depender en última instancia de los bienes y servicios específicos que cada comunidad autónoma produce. Así, dentro de un mismo sector la digitalización no afectaría por igual a todas las actividades productivas, lo que hace que comunidades autónomas con una composición sectorial similar puedan experimentar cambios en su mercado laboral diferentes. Es la especificidad productiva de cada región, y no la composición sectorial de esta, lo que parece determinar el efecto final de la automatización. Figura 11. Polarización laboral por comunidades autónomas (1998-2019)
Fuente: Elaboración propia.
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