Los sindicatos ante los retos tecnológicos
una estrategia de aprendizaje permanente. Por ejemplo, según Nedelkoska y Quintini (2018), la distribución desigual del riesgo de automatización exige políticas para preparar a los trabajadores y trabajadoras para los requisitos del nuevo empleo. Los autores destacan la educación para adultos como un instrumento de política fundamental para el reciclaje y la mejora de la cualificación de trabajadores y trabaja- doras cuyos empleos están afectados por la tecnología. Sin embargo, los autores consideran que queda mucho por hacer para facilitar la participación de los grupos más afectados por la automatización, ya que sus posibilidades de parti- cipar en cualquier tipo de formación fueron mucho menores que las de aquellos trabajadores que se encuentran en menor riesgo de ser automatizados. Algunos expertos entrevistados para la investigación de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, La Informática y la Fuerza Laboral de EEUU, afirmaron que el sistema educativo debía ser adaptado para preparar a los individuos para el mercado laboral cambiante, y que avances recientes ofrecen nuevas y más accesibles for- mas de acceder a la formación y a la educación. Más sistemas de aprendizaje están ahora online , y cursos de internet están siendo impulsados por los avances en realidad aumentada, rea- lidad virtual e inteligencia artificial. Los cursos pueden ser autodidactas u ofrecidos por trabajadores, y surgirán nuevos sistemas de acreditación como resultado de este pano- rama educacional tan diverso. Según una encuesta del Pew Research Center de 2016, El estado de los Trabajos en América, los trabajadores parecen estar de acuerdo con esta previsión. Entre los entrevistados, un 87% estimó que será esencial recibir formación y desarrollar nuevas habilidades laborales durante toda su vida profesional para mantenerse al día con los cambios en el puesto de trabajo. La misma encuesta observaba que la contratación es mucho más alta entre los trabajos que requieren un nivel de preparación medio o superior a la media (incluyendo educación, experien- cia y formación profesional); habilidades interpersonales, de gestión y de comunicación medias o por encima de la media; y niveles más altos de habilidades analíticas, como pensa- miento crítico y conocimientos informáticos. Como resultado, Pew concluye que los esfuerzos para mejorar las competencias centrados en activos intangibles como inteligencia emocional, curiosidad, creatividad, adaptabilidad, resiliencia y pensa- miento crítico serán muy apreciados en el futuro. Los sindicatos han reconocido esta necesidad. Por ejemplo, después de realizar su propio estudio de la automatización y
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