Revista Vivienda Infonavit Año 4, Núm 1 (Noviembre 2020)

población. En nuestro territorio existen 64,172 localidades con población indígena y 7.4 millones de hablantes de alguna lengua indígena, cifra que representa 6.5 % de los habitantes mayores de tres años del país (INPI, 2018). Los pueblos indígenas y afromexicano viven en condiciones de gran pobreza, marginación y discriminación en todos los ámbitos de la vida cotidiana. La exclusión y el racismo explican esta lacerante situación. No ha existido un diseño político de largo plazo acorde a su diversidad cultural, social o económi- ca, ni se han establecido las políticas públicas duraderas que sean acordes a sus formas de organización y que atiendan sus reivindicaciones y aspiraciones de vida. Situación de las personas con capacidades diferentes El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México define como una persona con discapacidad a “aquella que tiene alguna limitación física o mental para realizar actividades en su casa, en la escuela o trabajo, como caminar, vestirse, bañarse, leer, escribir, escuchar, etc”. De acuerdo con cifras del Inegi, en 2018 se contabilizaron 7.7 millones de mexicanos con alguna discapacidad, de las cua- les 54.2 % corresponde a mujeres y 49.9 % es adulto mayor (Enadid, 2018). Además de la marginación en términos de acceso al dere- cho del trabajo, también existen brechas (significativamente mayores) en cuanto a la protección laboral y el tipo de empleos en los que se ocupan. Por cada 100 personas con alguna discapacidad auditiva o en el habla sólo 19 son trabajadores asalariados en el sector formal; para quienes presentan dis- capacidad motriz la cifra es 14 de cada 100. La discapacidad cognitiva o mental es la más castigada, con 13 de cada 100 habitantes en esta situación (Enadis, 2017).

México: tan diverso como desigual

Es de vital importancia que, cuando se conceptualicen las intervenciones de ciudad, vivienda y sudiseño, se con- sidere la participación activa demujeres, miembros de la comunidad indígena, afromexicanos y personas con capa- cidades diferentesmediante procesos participativos en los que tengan voz y voto. Todo con los siguientes objetivos: ► ► Proveer servicios que permitan que las mujeres tengan más tiempo libre para el desarrollo pro- fesional y, por consiguiente, mejores posiciones y sueldo en sus trabajos. ► ► Incorporar criterios de equidad de género y de integración de usos y costumbres de comuni- dades indígenas y población afromexicana, así como incorporar elementos que promuevan la accesibilidad en espacios públicos e infraestruc- turas para personas con capacidades diferentes. ► ► Considerar, en algunas intervenciones, albergues, orientación y apoyo para mujeres en situación de violencia de género por su pareja o familiares. ► ► Contar con señalización y características que salvaguarden las infraestructuras, reconozcan las culturas y utilicen los idiomas indígenas, y que sean accesibles para personas con discapacidad o capacidades diferentes. ► ► Promover el papel que el arte y el conocimiento local juegan en la rehabilitación y la revitaliza- ción de las zonas urbanas. ► ► Promover intervenciones conun entorno urbano articulado, bien comunicado y con equipamien- tos de cercanía donde las prioridades hayan sido determinadas considerando la opinión de las mujeres, población originaria de pueblos indí- genas y afromexicanos, y personas con discapa- cidad o capacidades diferentes. ► ► Introducir propuestas de actuaciones por la gestión de parte pública, privada y social de los equipamientos e infraestructuras públicos, favo- reciendo la equidad de género, la inclusión de pueblos indígenas y de personas condiscapacidad o capacidades diferentes. ► ► Introducir criterios de inclusión acercando la vivienda a equipamientos de salud, educativos, culturales y de esparcimiento y lugares de trabajo. ► ► Introducir criterios de inclusión dotando de transporte, mobiliario urbano y banquetas ade- cuados para personas dependientes o capacida- des diferentes. ► ► Ofertar en las intervenciones, actividades y servi- cios utilizados en la vida cotidiana de lasmujeres, de los pueblos indígenas y afromexicanos y per- sonas con discapacidad o capacidades diferentes. ► ► Reforzar la incorporación del comercio de proxi- midad y servicios de uso cotidiano como farma- cias o entidades bancarias.

► ► Mejorar la accesibilidad y la percepción de segu- ridad de los espacios públicos con cámaras de circuito cerrado y conectadas a servicios de segu- ridad pública para que sean más transitados y utilizados. ► ► Priorizar aquellos equipamientos que tienen un mayor impacto, como son los asistenciales, educativos y sanitarios. ► ► Crear, junto con los municipios, organizaciones público-privadas para empoderar a los vecinos en la gestiónymantenimiento de las intervenciones, con el fin de mantener la calidad del conjunto urbano a largo plazo. ► ► Asegurar mecanismos de participación donde se fomente y facilite la participación demujeres y de personas indígenas, en particular en lo que se refiere al idioma, los espacios y los momentos de participación. ► ► Llevar a cabo alianzas con los tres órdenes de gobierno para canalizar programas relacionados con apoyo a pueblos indígenas (CNDI), muje- res (Inmujeres) y población con capacidades diferentes. ► ► Aumentar ladisponibilidadde equipamientos que atiendananiños y adultosmayores dependientes demujeres, para facilitar la conciliaciónde la vida laboral y familiar en la población residente. ► ► Priorizar la implantación de equipamientos sanitarios que favorezcan especialmente la equi- dad de género y para personas con capacidades diferentes. ► ► Favorecer programas de microemprendimiento que supongan la provisión de servicios de apoyo paramujeres, personasoriginariasdecomunidades indígenas y personas con capacidades diferentes. ► ► Mayor disponibilidad de equipamientos comu- nitarios que realicen actividades educativas y de desarrollo comunitario con población preadoles- cente y adolescente, facilitando la conciliación de la vida laboral y familiar y así evitar embarazos tempranos. ► ► Promover guarderías que se adapten a las nece- sidades de madres de niños pequeños (de 0 a 6 años) que trabajan fuera del hogar. ► ► Situar en unmismo itinerario peatonal en torno a 30 minutos a pie, todos los equipamientos de máxima prioridad para lasmujeres, y de 15minu- tos para las personas con capacidades diferentes. ► ► Favorecer el desarrollo de centros comunitarios que integran actividades asimilables a clubes de tareasparaadolescenteso “clubesdeniñosyniñas”. ► ► Proveer señalización en el pavimento, así como la creación de banquetas incluyentes. De igual forma, la habilitación de bibliotecas con

Situación de las mujeres A pesar de que las mujeres conforman la mayoría poblacional en México, existe inequidad de oportunidades laborales, convirtién- dola en una población vulnerable en los aspectos alimenticio, de salud y de pobreza. Por ejemplo, en 2016 el porcentaje de pobreza en las áreas urbanas del país ascendió a 39.2 %; de dicho total, las mujeres representaron 27.9 % (Coneval, 2017). México tiene una de las tasas más bajas de participación laboral femenina en la región de América Latina y el Caribe. Mientras en México la participación femenina es de 55.3 %, en Chile, Brasil y Colombia es de 69 %, 70 % y 74 %, res- pectivamente (OCDE, 2017). Este aspecto es fundamental ya que no sólo afecta directamente la calidad de vida de las mujeres y sus hijas o hijos, sino que también incide en la productividad del país. En 2018, en México, 51.6% de las mujeres no tenían un trabajo remunerado. Este indicador se dispara a 81.7 % y a 80.7 % cuando se trata de mujeres de ámbitos rurales y muje- res de ámbitos indígenas, respectivamente (Echarri, 2020). El 41.8 % de las mujeres mexicanas viven en una residencia sin escrituras. Este porcentaje asciende a 56.6 % en zonas rurales pobres y a 63.2 % si se superpone la pertenencia a pueblos indígenas (Echarri, 2020). Situación de los pueblos indígenas y afromexicanos De acuerdo con el Programa Nacional de Pueblos Indígenas 2018-2024, en México existen 25.7 millones de personas que se autoadscriben como indígenas, lo que representa 21.5 % de la población nacional. Por su parte, 1.3 millones de personas se consideran afromexicanas, lo que representa 1.2 % de la

Desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda, para promover la equidad de género, diversidad e inclusión de personas originarias de pueblos indígenas, afromexicanos y personas con discapacidad El gobierno mexicano tiene muchos retos enmateria de desigualdad de la población de mujeres y niñas, personas originarias de pueblos indígenas y afromexicanos, así como personas condiscapacidad o con capacidades diferentes. Existenmuchos compromisos nacionales e internacionales encaminados a reducir las brechas, descritas arriba. Además, el ProgramaSectorial deDesarrolloAgrario, Territorial yUrbano2020-2024 (Sedatu, 2020) define comouno de sus objetivos: “Establecer un sistema territorial integrado, ordenado, incluyente, sostenible y seguro centrado en los derechos humanos y colectivos de las personas, pueblos y comunidades, con énfasis en aquellas que, por su identidad, género, condición de edad, discapacidad y situación de vulnerabilidad, han sido excluidas del desarrollo territorial”. Por ello, la intervención en desarrollo urbano, ordenamiento territorial y vivienda enMéxico puede aprovecharse para promover la inclusión y la participación demujeres y las personas originarias de pueblos indígenas y afromexi- canos en el mercado laboral ymejorar la calidad de vida para personas con discapacidad o capacidades diferentes. De estamanera, estas intervenciones estarían alineadas a laDeclaratoria de laNueva AgendaUrbana deHábitat III (ONUHábitat III, 2017), encaminada a promover ciudades compactas, incluyentes, resilientes y que promuevan la equidad de género y la diversidad.

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Vivienda Infonavit • NOVIEMBRE 2020

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