parte del hecho social bajo distintos niveles y respon- sabilidades; todos aportamos algo en cuestión social. La mejor referencia lingüística de cara al COVID-19 es la de la distancia física, no la social. Aunque el prin- cipio de individualidad siempre implica el respeto al propio espacio, ahora es necesario que ese espacio esté determinado por centímetros. El COVID-19 también derrumbó ese antievangelio del “Sálvate a ti mismo”. Como lo planteó el papa Francisco en su aparición pública en la plaza de San Pedro (completamente vacía), “nadie se salva solo”. Y así en todas las dimensiones de la vida social. Si el individuo no puede salir solo de los problemas in- mediatos, los pueblos tampoco pueden resolver solos sus problemas. Por ello las acciones de los gobiernos tienen que estar dirigidas en no promover un pater- nalismo estéril, sino en articular de condiciones para el ejercicio y desarrollo de las propias capacidades, en beneficio de todos. De igual modo, si una ciudad no puede resolver sus problemas por sí misma, ya que está interrelacionada con los intereses propios de la nación, es necesaria la responsabilidad compartida en prácticas de solida- ridad hacia los que menos tienen. Por mencionar un ejemplo: la creciente desigualdad entre los estados del norte y los del sur en México. Un país, desde una visión más amplia y a pesar del principio básico de soberanía y autodetermina- ción, también necesita de sus vecinos e, incluso, los problemas de uno siempre tienen diferentes expre- siones en esos territorios comunes de fronteras, en los que muchas veces el drama humano es el princi- pal protagonista.
DE I GUA L MODO , S I UNA C I UDAD NO PUEDE R E SO LV E R SUS PROB L EMAS POR S Í M I SMA , E S NEC E SAR I A L A R E S PONSAB I L I DAD COMPART I DA EN PRÁCT I CAS DE SO L I DAR I DAD HAC I A LOS QUE MENOS T I ENEN .
primer nivel se vieron colapsados por el creciente nú- mero de casos de Coronavirus, lo que trajo consigo un lockdown que tuvo repercusiones en lo económico —y hasta en el más mínimo detalle de nuestra cotidianidad.
DISTANCIAMIENTO SOCIAL VS. DISTANCIAMIENTO FÍSICO
Parte de ese cambio, que quiso denominarse nueva normalidad, fue repetir la errónea frase del distancia- miento social. ¿Es posible distanciarnos de lo social? Si insistimos en ver a los demás como un infierno, posiblemente cederemos a ese autoengaño. Pero es imposible abstraernos de lo social: todos formamos
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