360 UDEM No.4- Ecoansiedad: Nuestra Paz mental se derrite

E L F I N D E H O L L Y W O O D Y S U C L U B D E T O B Y , ¿ S E R Á ?

acuerdo con la Academia y con el dr. Francesco Ca- potorti, quien en 1977 fue el relator especial de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de las Naciones Unidas, las minorías en las películas (de Hollywood) típicamente son las personas asiáticas, hispanas o latinas, ne- gras o afroamericanas, indígenas, personas de Medio Oriente o del Norte de África, así como las mujeres, la comunidad LGBTTTIQ+ o alguien con alguna disca- pacidad cognitiva o física. Todos estos grupos tienen en común alguna o to- das las siguientes características: forman parte de un grupo numéricamente inferior al resto de la población de Estados Unidos, no ostentan posiciones dominan- tes en la población estadounidense y poseen “carac- terísticas étnicas, religiosas o lingüísticas diferentes a las del resto de la población” que desean preservar. ¿ES VERDADERAMENTE NECESARIO HACER ESPACIO EN HOLLYWOOD PARA LAS MINORÍAS? Muchos tal vez se preguntarán por qué la insisten- cia de incluir a personas diversas en las películas estadounidenses, tanto frente como detrás de cá- maras. A simple vista, parece que no hay ningún problema con que los grandes estudios cinemato- gráficos de Hollywood (y sus producciones) sean espacios predominantemente blancos, pero la deci- sión de seguir contando las historias de las mismas personas no ha hecho más que generar estereoti- pos e invisibilizar las realidades de las personas que forman parte de una minoría. En el estudio By All M.E.A.N.S. Necessary: Essential Practices for Transforming Hollywood Diversity and Inclusion (2019), los doctores Hunt, Ramón y Shim, de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), señalan que los medios audiovisuales son poderosos agentes para nuestra socialización debido a que nos

ayudan a entender cómo funciona el mundo y nuestro lugar en este. El fenómeno recibe el nombre de “efec- to de la verdad ilusoria”: el hecho de que observemos repetidamente historias con una misma idea —aun y cuando esta sea ficticia— muchas veces nos lleva a creer que esta es real, aunque no contemos con evi- dencia en la realidad que de verdad lo sea. Este efecto tiene como lado oscuro la perpetuación de estereotipos, que invisibiliza formas de vida alter- nativas a las que usualmente se nos exponen en los filmes taquilleros. Los doctores Hunt, Ramón y Shim incluso utilizan el término de “aniquilación simbólica” para defender por qué debería haber mayor diversidad en las películas mainstream : estar representados en el mundo ficticio de los medios audiovisuales es igual a existir en el plano social; no estar en este mundo ficticio significa ser aniquilados de forma simbólica. SI LAS MINORÍAS NO PARTICIPAN LO SUFICIENTE EN LA INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA, ¿QUIÉN SÍ LO HACE? It’s a man’s man’s man’s world . Esto cantaba James Brown en 1966 y bien puede aplicarse a la industria de Hollywood del siglo XXI. En específico del hombre blanco… y esto no es una mera suposición. Volvemos con Hunt y Ramón, nuestros doctores de cabecera: en Hollywood Diversity Report 2020: A Tale of Two Hollywoods afirman que el 27% de las pelícu- las taquilleras de 2019 tuvieron como protagonistas a personas de color (mientras que el 44% de los prota- gónicos fue para mujeres). Sobre la dirección de las películas taquilleras del último año, este reporte señala que, de una muestra de 140 directores, 105 fueron hombres blancos; de los 35 lugares restantes, 10 fueron ocupados por mujeres (ocho mujeres blancas, una mujer negra y una mujer asiática) y 25 por hombres negros. En el departamen-

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