Métricas de indicadores de innovación no tecnológica (MINT)

INTRODUCCIÓN

El estudio de la innovación tiene sus orígenes a principios del siglo XX, a partir de las contri- buciones de J.A. Schumpeter. De acuerdo con el autor, el concepto de innovación puede aten- der a diversas formas, incluyéndose: i) el lan- zamiento de un nuevo producto (o un nuevo tipo de producto ya conocido); ii) la aplicación de nuevos métodos (de producción o de venta de producto); iii) la apertura de un nuevo mer- cado; iv) la introducción de nuevas fuentes de suministro de materias primas (o insumos); y v) la aparición de nuevas formas de organiza- ción empresarial 2 . Desde su conceptualización, la innovación ha sido entendida como un fe- nómeno complejo que incluía tanto aspectos técnicos como no-técnicos y que, por tanto, no podía restringirse a un aspecto o ámbito par- ticular de la organización. Sin embargo, pos- teriores trabajos (ej., Abernathy y Utterback, 1978; Barras, 1986) centraron la atención en la particular relación entre cambio tecnológi- co y desarrollo económico, otorgando un lu- gar especial en el estudio de la innovación a las innovaciones de producto y de proceso. De acuerdo con esto, la primera edición del Ma- nual de Oslo (OCDE, 1992), para la medición de las actividades científicas y tecnológicas, definió la innovación como un cambio tecnoló- gico (producto y proceso) a nivel de empresa. Sin embargo, la perspectiva tecnológica de la innovación ha sido criticada por distintas razones. Por un lado, diferentes autores sos- tienen que tal perspectiva genera un sesgo en favor de la innovación en las empresas manufactureras y no es capaz de abordar de forma completa los procesos de inno- vación del sector servicios (ej., Hipp et al., 2000; Hipp y Grupp, 2005). Por otro lado, la innovación como tal no gira únicamente en torno al desarrollo y aplicación de nue-

vas tecnologías, sino que puede entenderse también a partir de, entre otros, la adopción y reorganización de las rutinas de negocio, la organización interna de la estructura, y las relaciones externas (Boer y During, 2001; Ba- ranano, 2003). Mientras que las innovacio- nes tecnológicas se caracterizan por el desa- rrollo y aplicación de nuevas tecnologías, la innovación de carácter no-tecnológico está relacionada con el uso de nuevos métodos de negocio, nuevos conceptos organizativos y otras formas inmateriales que impliquen cambios en las actividades de negocio (Sch- midt y Rammer, 2007). En este sentido, las innovaciones centradas en aspectos tecnológicos, a pesar de su im- portancia, reflejan únicamente una parte del esfuerzo innovador de una organización (Battisti et al., 2010). Para poder obtener un retrato completo de los esfuerzos de inno- vación de las organizaciones, el concepto de innovación debería comprender e incluir otras formas de innovación, en lugar de res- tringir el término estrictamente al desarrollo de base tecnológica, así como caracterizar la integración entre diferentes formas en pos de la transferencia y asignación de nuevas ideas y nuevas oportunidades de negocio en el mercado (ej., Tidd et al., 2001; Cozzarin y Perzival 2006). De acuerdo con esto, en la actualidad existe un amplio consenso en destacar la componente no-tecnológica de la innovación, así como en reconocer el am- plio carácter interactivo de los procesos de innovación. El presente trabajo tiene por objetivo elabo- rar una métrica de indicadores de innovación no-tecnológica que sirva a una adecuación de la medición del desempeño innovador de

2 Schumpeter, J.A. (1934).

MÉTRICA DE INDICADORES DE INNOVACIÓN NO-TECNOLÓGICA (MINT): PROPUESTA DESDE LA INNOVACIÓN DE SERVICIO, LA INNOVACIÓN ABIERTA Y LA INNOVACIÓN SOCIAL

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