Recuento informativo ante Covid-19
-Las nuevas tecnologías han sido gran- des aliadas para difundir información en medio de la pandemia, sin embargo, esto tiene particularidades en cada país, ¿Cuá- les han sido las dificultades que ha encon- trado el Consejo en El Salvador? -Aquí hay zonas cafetaleras que todavía no tienen una buena señal telefónica o de internet, por otro lado, el caficultor no está acostum - brado a obtener información por estos medios. Ahorita estamos realizando una encuesta en todos los lugares que vamos, les preguntamos cuál es la mejor manera de comunicarnos con ellos. Sí hemos logrado entender el uso de los celulares y estamos recopilando los números para empezar a hacer grupos de WhatsApp re- gionales, pero en la mayoría de los casos una de las situaciones que nos hemos encontrado es que las personas aquí como usan mucho pospago, si llega una compañía telefónica y les ofrece por 5 dólares más más saldo y más beneficios, se cambian inmediatamente. Y la gente cambia de números de celular con una rapidez increíble. Pero tenemos que encontrar la forma de poder comunicarnos mejor. -¿Cuál ha sido el efecto de los diploma- dos que se han organizado en conjunto con el PROCAGICA? Para nosotros la educación es un pilar fun- damental en la nueva estrategia para el rescate de la caficultura en nuestro país. En El Salva - dor estamos importando muchísimo café y nos hemos dado cuenta que la educación debe ser en dos sentidos: uno, poder educar al consumi- dor sobre lo que significa café de El Salvador y tener un mayor consumo del café salvadoreño, y por el otro lado, educar al productor y todos los representantes dentro de los eslabones de la cadena sobre lo que significa el fortalecimiento de cada uno de sus eslabones. Cerramos la cosecha pasada con alrededor de 735 mil quintales y el 90% de nuestro café se exporta. La cantidad de café salvadoreño que se queda para consumo nacional es mínima. A la vez, estamos importando 300 mil quintales de café, en su mayoría soluble. Tenemos que ir haciendo un esfuerzo para ir sustituyendo las importaciones por café salvadoreño. Espera- mos tener planes adecuados para que nuestra producción suba pero que también se incre- mente el consumo de café salvadoreño local. Para nosotros es fundamental que el pro- ductor esté educado y que conozca cómo sabe su café en un expreso, cómo lo recibe un cliente. Uno de los grandes dilemas con los
que nos hemos encontrado es que en su mayo- ría el productor salvadoreño no conoce la cali- dad del café que produce, esa es una limitante total a los efectos del precio. Yo considero que en El Salvador estamos produciendo café de alta calidad -mejor de lo que creemos- y en ese sentido podemos apoyar al productor a op- tar por una nueva forma de comercialización, tal vez un contacto mucho más directo con el comprador, y obtener mejor valor por el café que está produciendo. Hace 10 años carecemos de un instituto del café, eso ha causado un deterioro total en el tema de innovación y de tecnificación, y es lo que queremos cambiar ahorita. La caficul - tura salvadoreña se ha quedado de una manera bien empírica, sin respaldo institucional. -¿Qué aporta en este sentido el diploma- do que se realiza actualmente en colabora- ción con PROCAGICA? Se llama “Desde la semilla hasta la taza”, son cinco módulos y vamos por el cuarto y esperaríamos poder seguir adelante con esos diplomados. Lo hemos hecho en conjunto con la Universidad Nacional de El Salvador, pero muchos de los insumos y de las capacitacio- nes o de las charlas o de los módulos es infor- mación que ha venido de PROCAGICA o por medio del IICA y sus instructores. Hay 30 personas de varias regiones cursan- do el diplomado. Cuando lanzamos el curso se inscribieron 90. Es un diplomado que tiene un costo alto y es financiado en parte por el PROCAGICA. Pero sobrevino la pandemia y mucha gente se quedó sin trabajo o tuvo que ponerse a hacer otra cosa o ya se le dificultó ha - cerlo. En un 90% ha sido un diplomado virtual. Hemos encontrado una buena herramienta en los webinars y las reuniones por Zoom, así estamos impartiendo la mayoría de nuestras charlas. Además, compartimos pláticas de interés para el sector de otras organizacio- nes, como de PROMECAFÉ -del cual somos miembros- y vamos ampliando no solo la in- formación que podamos generar como institu- ción, sino que el productor se está informando de un montón de situaciones que no solo ocu- rren en El Salvador sino alrededor del mundo. -¿Cómo valora el papel de los jóvenes en la necesaria revolución del café? En el diplomado que tenemos ahorita hay muchos jóvenes. Cuando vamos a las zonas cafeteras hay entusiasmo y vemos cómo los jóvenes quieren meterse en la caficultura por -
que respetan lo que sus padres hacen, pero si no va a ser lucrativo para la familia el joven prefiere salirse de ese negocio. Tenemos ade - más el problema de la emigración; el joven trata de venirse no solo a las ciudades sino a Estados Unidos o a otros países que le están dando una mejor oferta de calidad de vida. La única forma que tenemos para atraer a los jóvenes es por medio de la tecnología. Te- nemos que seguir trabajando en métodos más tecnológicos dentro de los cafetales y de co- mercialización. A los jóvenes les atrae mucho el barismo y la catación y a partir de eso em- piezan la cadena de atrás para adelante, se van interesando en la calidad del café, por qué este café sabe así, y así los vamos conectando con la parte agrícola. -¿Cómo valora el respaldo de PROCA- GICA en el diagnóstico sectorial de la ca- ficultura? Hemos tenido una colaboración excelente de parte del IICA y PROCAGICA, la verdad que para nosotros ese diagnóstico es funda- mental, conocer la afectación tanto de produc- tores como de qué áreas tenemos sembradas. Manejamos datos en el Consejo, pero no re- flejan la actualidad del sector; en ese sentido pedimos la colaboración del IICA a través del PROCAGICA para el diagnóstico, que está casi terminado. Este logró poner en evidencia cómo funciona la cadena y eso es importante para que entendamos cada uno de los eslabo- nes y cómo se comporta hoy en día cada uno. Incluye la actualización de cuánta área está sembrada, qué variedades son las que hoy están sembradas en el país, cuantos productores tene- mos verdaderamente activos, aquí en El Salva- dor se ha producido mucho el abandono de fin - cas por falta de financiamiento, entonces ese es un dato que no tenemos totalmente actualizado. Quiero reiterar mi agradecimiento por el apoyo que el IICA y el PROCAGICA nos dan; la caficultura de El Salvador ha estado en situación de abandono por muchos años, y el apoyo que estas instituciones nos dan es super importante y motivador, nos dan ese empujoncito o ese espaldarazo que nos dice, estamos apoyando y pueden seguir adelante y vamos a ir consiguiendo diferentes apoyos para el rescate de la caficultura en El Salvador. Mucho de lo que hasta ahora hemos podido hacer, sin el apoyo del PROCAGICA y del IICA no hubiera sido posible.
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Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
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