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La importancia de compartimentar Para limitar la propagación del fuego

La regulación nacional en esta materia, centrada en el Reglamento Nacional de Edificaciones, y sus modificaciones, toman este con- cepto para establecer requisitos constructivos a nivel nacional, per- mitiendo el uso de soluciones constructivas validadas y ensayadas mediante un amplio espectro de referencias internacionales, entre ellas las normas EN europeas y normas de países vecinos. En esta gran tarea de aportar seguridad al diseño, Promat, junto con Eternit y Gyplac cuentan con un amplio mundo de soluciones para compartimentación, basadas en sistemas constructivos en seco, y diseños que permiten alcanzar hasta 4 horas de protección contra in- cendio, validados por laboratorios acreditados y adherentes a ILAC. Estas soluciones consisten en muros, tabiques y cielos resistentes al fuego, sellos de pasadas de ductos e instalaciones. La empresa trabaja día a día para dar respuesta a los requerimientos de proyec- tos que van desde viviendas hasta grandes complejos constructivos, aportando a mejorar la seguridad de los edificios en todo el país.

El fuego, presente en un incendio, es capaz de generar una gran cantidad de calor, humo y llamas, causando una situación trágica y dolorosa para las personas. Como respuesta, la acción de combate contra incendios por parte de bomberos, brigadas o bien los siste- mas automáticos, permiten en muchos casos, facilitar su extinción. Esta sucesión evento-reacción no siempre funciona con éxito por distintas causas, dando espacio al fuego para crecer y propagarse, como ya hemos visto en el Museo Nacional en Brasil, La Torre Gren- fell en el Reino Unido o la Iglesia de Nuestra Señora de París, en Fran- cia, entendiendo que hay una situación adicional y complementaria de protección contra incendios concerniente al diseño y mantención de los edificios, que es preciso tomar en cuenta por parte de Arqui- tectos, Constructores e Ingenieros. Esta situación, tiene respuesta en la Protección Pasiva contra Incen- dios. Se trata de ver los edificios con una capacidad propia de de- fenderse contra el fuego, mediante su constructibilidad. Así, muros y tabiques, entrepisos, puertas, sellos de pasada, sellado de juntas, estructura soportante, conductos y revestimientos juegan un papel principal para minimizar el riesgo de desastre, limitando la propaga- ción de humo y llamas, facilitando la evacuación de las personas, permitiendo el combate seguro de éstas al interior del edificio, y pro- porcionando la sobrevida o recuperabilidad del edificio, cuando es de interés para la sociedad. Esta respuesta con base en el diseño es siempre preventiva, y se anticipa a los posibles escenarios de in- cendio.

Compartimentación

Parte de la protección pasiva se basa en lograr espacios separa- dos para limitar -durante un tiempo- la propagación del incendio y del humo entre ellos. Esto se conoce como Resistencia al Fuego. Ejemplo de estos espacios pueden ser: departamentos, habitacio- nes, comercios, oficinas, almacenes, sectores de un hospital, salas de cine o teatro, recintos riesgosos, pasillos o escaleras protegidas, entre otros. Nada puede llamarse “compartimentado” si no considera una estanquidad total al paso de las llamas y el humo en todas sus holguras o aberturas.

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