Innovación Turística | El turismo español en las estrategias de especialización inteligente
APLICACIÓN METODOLÓGICA 45 Dado un ámbito geográfico de estudio (comarcal, regional, nacional, etc.) se puede definir la especialización de una localización como un mayor valor relativo para una variable determinada respecto a la misma medida en un ámbito geográfico superior. A esta medida se le conoce comúnmente como coeficiente de especialización 46 . Para la aplicación de este coeficiente a un territorio es necesario conocer previamente la disponibilidad de informa- ción por niveles geográficos. En el caso del estudio que nos ocupará en este capítulo, se optará por el número de empresas como variable de cálculo. En términos del coeficiente, si el peso relativo del número de empresas de un sector en una región es mayor que el peso del mismo a nivel nacional se entenderá al sector como especializado. Aunque el valor añadido o la producción son variables que pueden refle- jar una medida más fiel de la especialización, la falta de una desagregación suficiente a nivel sectorial convierte a la variable número de empresas en la más idónea 47 . En cualquier caso, la existencia de esta misma información por estrato de empleo permite calcular el coeficiente de especialización en base al tamaño de la empresa (empresas pequeñas, medianas y grandes), incorpo- rando indirectamente la variable empleo. Así, un sector puede estar especializado por número de empresas en algún estrato de empleo (pequeñas, medianas o grandes) respecto al nivel geográfico inmediatamente superior, o en todos ellos, obteniendo así dife- rentes grados de fuerza en la especialización. 45. La aplicación de la técnica a otros casos regionales españoles podemos encontrarla en Castillo, J., Paton, J. y Muñoz J.J. (2010) y Castillo J., y Paton, J. (2011). 46. Coeficiente de especialización, también denominado coeficiente de localización, basado en los trabajos de Porter (2003) y sus trabajos posteriores. 47. La elección de la variable de estudio para el grado de especialización ha considerado dos elementos. Por un lado, la utilización de variables como el PIB o el empleo y por otro el número de empresas. Respecto al primer grupo de variables, los aspectos positivos descansaban en la mayor representatividad de estos como reflejo de aglomeración económica frente al mero número de empresas. Sin embargo, el nivel de desagregación tanto del PIB como del empleo se reducía a grandes grupos de la contabilidad económica regional y nacional: actividades primarias, energía, construcción, industria y servicios. Por el contrario, el número de empresas, aunque menos representativo, goza de una mayor desagregación sectorial (un total de 272 sectores a 3 dígitos en la CNAE 2009), lo que permite dar más riqueza al análisis durante la etapa de identificación. De forma adicional, como apreciaremos a lo largo del capítulo metodológico, se ha considerado la estratificación por empleo de las empresas para incluir, en la medida de lo posible, la variable empleo en el análisis.
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