Algunas de las ventajas de este sistema para la adquisición de vehículos son:
• Se evita el desembolso inicial de adquisición del vehículo. No hay que realizar una fuerte inversión y dedicar parte del capital a la compra, puesto que sólo se pagan las cuotas por el uso del vehículo. • Reduce el endeudamiento, pues no es necesario acudir a la financiación ajena. • Cuota constante. De esta forma, se tendrá totalmente controlado el coste del vehículo, sin posibilidad de imprevistos ocasionados por averías, gastos de seguro, impuestos, gastos de ITV, etc. Además, a efectos con- tables y fiscales, se imputa como un gasto más de la empresa que utiliza los vehículos bajo esta modalidad, con las ventajas que conlleva. • Se elimina la reventa del vehículo y no se asume el riesgo que conlleva la depreciación con el paso del tiempo. • Facilita el cambio del vehículo. Cuando finaliza el plazo del contrato, se puede sustituir el vehículo por otro nuevo.
Realización del mantenimiento por la propia empresa
Existen en el mercado grandes transportistas de ámbito nacional e internacional, para el transporte de mer- cancías, o el de viajeros, que cuentan con una flota propia de vehículos y han optado por realizar ellos mismos , íntegramente todo tipo de operaciones de mantenimiento por razones económicas y de servicio. A tal efecto cuentan con los medios técnicos y especialistas necesarios para dar una adecuada respuesta a cada tipo de ope- ración. Es en este caso cuando resulta de gran importancia realizar una adecuada clasificación por categorías de las dife- rentes intervenciones de mantenimiento, al objeto de racionalizar y optimizar sus costes. Además, es necesario con- tar con una apropiada distribución geográfica de la red de talleres propios que proporcione el servicio requerido, especializando a cada uno de ellos en una serie de operaciones, en función de su categoría. Así, por ejemplo, en el caso de las flotas de transporte de viajeros, una zona geográfica en concreto suele incluir varios puntos de servicio donde se realizan las operaciones más básicas y rutinarias, como limpieza del vehículo, repostar combustible e intervenciones sencillas de mantenimiento preventivo (cambio de aceite, filtros, etc.). A su vez, cada zona geográfica suele contar con un taller de referencia o cabecera que, además de dar soporte técnico a los talleres de su zona, realiza operaciones más complejas. Finalmente, a nivel nacional, existe un único taller central que ofrece soporte a todos, en el que se realizan grandes intervenciones en motores, cajas de cambios, carrocería, etc., buscándose, en definitiva, la especialización y la eficiencia de costes. En todo caso se trata de minimizar los kilómetros recorridos en vacío por cada vehículo y sus posibles tiempos de parada, por lo que la estructura de mantenimiento creada debe resultar lo más flexible y especializada posible, dan- do incluso servicio las 24 horas del día en aquellos casos en que fuera necesario.
Realización mixta del mantenimiento
Tanto la realización íntegra del mantenimiento por empresa subcontratada como por medios propios puede resul- tar en ocasiones no asumible en su totalidad para una flota de vehículos determinada, debido a cuestiones econó- micas o de servicio, por lo que también cabe optar por una solución intermedia de compromiso. Suele ser éste el caso de transportistas de pequeño y mediano tamaño que operan a nivel local y regional, donde el volumen de vehí- culos que posee justifica la realización de la gran mayoría de las operaciones de mantenimiento por medios propios, contando para ello con una determinada estructura en cuanto a instalaciones y personal, pero cuyo coste no resulta demasiado elevado, al no requerir ni grandes inversiones ni técnicos muy cualificados.
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MANTENIMIENTO DE GRANDES FLOTAS
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