Gestión y Logística del Mantenimiento de Vehículos

Art ículo

las piezas necesarias y volver a reparar en bancada, pintar de nuevo el vehículo, algo que se podría haber evitado con un control previo. Al objeto de mantener la debida trazabilidad y seguimiento del proceso, siempre es muy recomendable que el control se realice por escrito, de manera que en cada paso figuren las operaciones realizadas y su estado final, el operario que las efectúa y la persona encargada de verificar su control. Dependiendo del tamaño y, por lo tanto, de la estructura del taller, el visto bueno del control de cada área puede estar dado por el propio operario, el más cualificado, aunque lo idóneo sería que lo diera el responsable de área o el jefe de taller. Del mismo modo, resulta conveniente tener un registro actualizado con todas las incidencias que se vayan detectando, de manera que se puedan analizar en su conjunto eficazmente para ayudar a adoptar las medidas que pudieran corresponder en cada caso, especialmente en aquellas recurrentes por causas tales como no realizar el mantenimiento adecuado de los equipos, no usar los productos más idóneos, carecer de la formación, etc. El paso del área de chapa a pintura suele ser de gran importancia en cualquier intervención. En la gran mayoría de los talleres, una revisión del trabajo del chapista por parte del pintor que va a realizar el proceso de pintado debería ser suficiente para solventar de forma dialogada cualquier posible incidencia, antes de continuar los trabajos. Control de calidad en el proceso productivo 1) Control de calidad en el área de carrocería.  Ajuste de piezas sustituidas: se debe comprobar que guardan las debidas separaciones con todas las piezas adyacentes. En el caso de las piezas soldadas, también se debe comprobar la apariencia adecuada de las soldaduras y las juntas, así como el correcto montaje de las correspondientes piezas y accesorios.  Repaso de chapa: es importante verificar que la calidad del trabajo de repaso de chapa es la adecuada para el posterior trabajo del pintor.  Trabajo en bancada: además de realizar el estiraje correctamente con ayuda del medidor, es necesario efectuar una última comprobación de medición en el momento antes de bajar el vehículo de la bancada. Montaje de piezas y accesorios: una vez pintado el vehículo, es necesario verificar su correcto montaje.  Aplicación de tratamientos anticorrosivos (antigravillas, protectores de bajos, ceras de cavidades): siempre se deben devolver al vehículo las protecciones anticorrosivas que hayan sido eliminadas en el proceso de reparación. 2) Control de calidad en el área de pintura.  Comprobar que no quedan restos de productos de enmascarado adheridos (cintas, burletes, etc.).

 Revisar que no se ha dañado ninguna pieza o accesorio durante los trabajos en pintura.  Comprobar que no hay motas de suciedad y defectos de pintura (aguas, hervidos, descolgados, etc.).  Comprobar el correcto ajuste de color y tonalidad de las piezas pintadas respecto a las adyacentes.  Revisar que no hay piezas pulverizadas debido a un enmascarado deficiente (gomas, lunas, neumáticos, accesorios, etc.). 3) Control de calidad en el área de mecánica Las comprobaciones incluirían la geometría de la dirección, airbags, pretensores, centrado del volante, reseteado y borrado de memorias y el ajuste del alumbrado mediante regloscopio. Control de preentrega El control de preentrega puede ser muy variado y amplio, debiendo incluir aspectos relativos a una prueba dinámica en carretera, neumáticos, niveles (anticongelante, aceite del motor, líquido de frenos), batería, ausencia de testigos encendidos, alumbrado, limpiaparabrisas, limpieza exterior e interior, etc.

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GESTIÓN Y LOGÍSTICA DEL MANTENIMIENTO DE VEHÍCULOS

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