La base de un buen presupuesto está en el rigor y en la exactitud de su confección. Se deben realizar presu- puestos cercanos a la realidad; de esta forma, no sólo se logrará la credibilidad profesional del taller (tanto para el cliente como para la compañía de seguros), sino que también se mejorará notablemente la organización interna del taller, al trabajar desde el momento mismo de la entrada del vehículo en el taller con una previsión realista de la car- ga de trabajo.
Para lograr estos objetivos, el presupuesto debe cumplir una serie de características, como ser:
• Exhaustivo. Se deben incluir todas las operaciones e intervenciones que se realizarán y los medios y mate- riales que se emplearán incluyendo, en los casos en que sean necesarios, los costes adicionales como pequeño material, líquidos y fluidos o materiales anticorrosivos. • Preciso . Recogerá de forma exacta y estricta el coste de las diferentes operaciones, cumpliendo de manera escrupulosa con los requerimientos legales necesarios, recogiendo los impuestos, etc. Evidentemente, cuan- do el presupuesto se corresponda con un siniestro de elevada magnitud, la precisión quedará limitada pero, no obstante, deberá efectuarse el presupuesto con la mayor diligencia posible, ofreciendo resultados cercanos al coste final de la reparación y dejando claro al cliente la limitación de lo presupuestado. • Inmediato. En la medida de lo posible deberá ser realizado de manera inmediata, como parte del proceso de oferta al cliente. • Cerrado (o, cuando menos, lo más cercano a la realidad posible), ciñéndose a él en la factura posterior. • Atractivo. En determinados casos, cuando sea necesario vender un producto o un determinado servicio, el presupuesto ha de resultar atractivo, tanto en el precio final como en su estructuración y en su presentación. En la realización de un buen presupuesto juega un papel determinante el recepcionista, que debe contar con las capacidades adecuadas para determinar, en cada caso concreto, el tipo de reparación. A veces, los presupuestos son operaciones sencillas; sin embargo, en casos particulares deben contar con la posibilidad de incluir daños ocultos, verificaciones, diagnosis, estirajes, etc., donde la experiencia y el conocimiento de las diferentes técnicas de repara- ción por parte del recepcionista son determinantes.
Recuerda
El presupuesto ha de ser exhaustivo, preciso, inmediato, cerrado y atractivo.
7.7.2. Descripción y valoración de daños
La valoración de los daños en un vehículo no consiste únicamente en la mera localización de las piezas dañadas o averiadas y en la determinación de las operaciones a realizar, siendo un proceso más detallado, que debe ser com- pletado con una cierta metodología para no caer en errores que pueden demorar la reparación. La metodología de trabajo para confeccionar un presupuesto con las mayores garantías de éxito deberá estruc- turarse según los siguientes pasos: Recopilación de datos del vehículo Se trata de identificar perfectamente el vehículo, recogiendo todos sus datos administrativos, como el VIN, la matrícula, etc. Además, el recepcionista deberá valorar el estado general del vehículo, cumplimentando el corres- pondiente parte descriptivo.
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GESTIÓN DE LA RECEPCIÓN Y ENTREGA DE VEHÍCULOS
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