INFORME COTEC | Situación y Evolución de la Economía Circular en España
estrechamente relacionados con la economía circular (Schroeder et al., 2018). Además del objetivo nuclear del sistema de producción- consumo (ODS 12, Consumo y producción responsables), las relaciones más sólidas (relación directa) entre las prácticas circulares y las metas de sostenibilidad, se concentran en los siguientes ODS:
los mecanismos de circularidad económica y los ODS. No obstante, existen suficientes evidencias de que las prácticas circulares tienen un gran potencial para contribuir directamente a lograr un número significativo de metas de los ODS y que recíprocamente el progreso de éstos mejora los procesos circulares. El ODS 12 «Producción y consumo responsables» es el núcleo de la economía circular, en la medida que está dirigido a modificar los patrones lineales de fabricación y uso de los productos, haciendo que éstos se diseñen y manufacturen considerando su recuperación, su reciclaje y la reducción de los residuos generados. Sin duda, esto es un requisito esencial para avanzar en las trayectorias de sostenibilidad y la mejora de los niveles de desarrollo sostenible en todos los ámbitos. Sin embargo, las prácticas de economía circular incluyendo, por ejemplo, la reutilización, reparación, renovación, refabricación, reciclaje, simbiosis industrial o biomimesis, entre otros, suponen contribuciones singulares a las metas de sostenibilidad, aunque en distintos grados de relación, según sean éstas más o menos fuertes, directas o indirectas. De los 17 ODS, 8 están directa o indirectamente relacionados con las actividades que propone un sistema circular, y 5 de ellos son los más
económico que opera dentro de los grandes marcos de referencia establecidos por Naciones Unidas sobre la Agenda climática y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible a nivel mundial. La Agenda 2030 consiste en una hoja de ruta para abordar los retos globales de la humanidad considerando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las 169 metas. La circularidad es una parte esencial de los procesos de sostenibilidad con el fin de garantizar la prosperidad social y económica dentro de los límites naturales de nuestro planeta. Sin embargo, esta vinculación entre ambos conceptos no está suficientemente explicitada. De hecho, la economía circular no está incluida específicamente en los ODS de la Agenda 2030, a pesar de que en el momento de su aprobación en 2015 ya había importantes acciones políticas y un gran interés de los agentes económicos por implantar prácticas para acelerar la transición hacia un sistema económico de ciclo cerrado en materiales de forma sostenible. Los principios rectores que rigen la circularidad para preservar el capital natural, optimizar el uso de los recursos y la eficiencia económica, están plenamente alineados con la lógica del paradigma de la sostenibilidad. Todavía no se han realizado muchas investigaciones empíricas para determinar qué tipos específicos de vinculaciones se producen entre
• ODS 6 (Agua limpia y saneamiento)
• ODS 7 (Energía asequible y limpia)
• ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico)
• ODS 15 (Vida en tierra)
De esta manera, las prácticas circulares de algunos procesos industriales centrados en la purificación del agua, los sistemas de energías renovables o la valorización de residuos, pueden ayudar a lograr 21 metas de los ODS. Otros tres objetivos presentan una relación indirecta: ODS1, Fin de la pobreza; ODS2, Hambre cero y ODS14, Vida submarina. En este caso, la implementación de prácticas circulares como el reciclaje, la agricultura local, o la prevención de residuos, contribuyen positivamente de manera indirecta, a 28 metas de los ODS citados. De otro lado, si se progresa en la consecución de las diferentes metas de los
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