INFORME COTEC | Situación y Evolución de la Economía Circular en España
1. Acelerar el cambio sistémico Hasta ahora, considerando el gran potencial de la economía española como cuarto país europeo, los pasos dados para potenciar una circularidad sostenible en España han sido modestos. Desde la puesta en marcha de las políticas de circularidad europeas iniciadas en 2015 y los posteriores desarrollos y nuevos planes, España ha acumulado un retraso en su adaptación e implementación. Este retraso debe ser corregido mediante una aceleración en el desarrollo de los procesos circulares en todos los ámbitos, con vistas a culminar satisfactoriamente los objetivos de las primeras políticas de circularidad establecidas y, también, para afrontar con mejores capacidades los mayores y más exigentes requisitos planteados para la década 2020-30 y las siguientes con la «visión 2050 de la UE». Se observa un considerable desfase respecto a otros países europeos más proactivos a la hora de abordar una transición basada en los principios de circularidad, dentro del enfoque estratégico de la UE en materia de Economía Circular. Se deberían tomar como referencia las experiencias positivas y buenas prácticas de los países europeos más avanzados en Economía Circular, para su posible aplicación al desarrollo de la economía circular de España reforzando el aprendizaje mutuo y el necesario diálogo social.
En caso de no poder superar con celeridad ese retardo y los déficits acumulados, aumentarían los riesgos de incumplimiento de las normativas comunitarias dificultando el logro de algunos objetivos básicos, como el reciclado. Ello disminuiría seriamente las posibilidades de alcanzar en nuestro país una «economía limpia, circular y competitiva» de acuerdo con las metas establecidas a nivel europeo en los periodos clave de 2030-35- 40 por el nuevo Plan de Acción de Economía Circular de 2020 y el marco estratégico del Pacto Verde, a lo que se suman los nuevos compromisos de la UE con la visión de 2050 de «neutralidad climática» y «contaminación cero para el aire, el agua y el suelo», donde, por ejemplo, se plantea para 2030 reducir en un 50 % los residuos plásticos del mar y en un 30 % los microplásticos vertidos al medio ambiente, así como reducir de forma significativa la generación total de residuos y en un 50 % los desechos municipales. 2. Mantener una perspectiva estratégica de la Economía Circular La Economía Circular toma un mayor protagonismo estratégico tanto por la importancia del suministro de recursos materiales ante la inestabilidad de las cadenas de valor sobre las materias primas críticas,
En este capítulo final se plantean unas consideraciones finales, en las que se identifican siete áreas de actuación para avanzar en la superación de estas barreras y acelerar la transición hacia la economía circular.
1. Acelerar el cambio sistémico
2. Mantener una perspectiva estratégica de la Economía Circular 3. Usar el marco de Economía Circular como palanca 4. Fomentar los mecanismos de control y participación
5. Favorecer los impulsores de cambio
6. Impulsar políticas y normativas de Economía Circular y residuos
7. Análisis de interacciones y sinergias de circularidad 8. Desarrollo del marco de indicadores para evaluar las dinámicas de cambio y transición 9. Implementación de nuevos modelos de gobernanza para la transición circular
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