INFORME COTEC | Situación y Evolución de la Economía Circular en España
Una evaluación de la cantidad de materiales en reserva, es decir, contenidos en productos que están en uso, podría arrojar luz sobre el momento en que los primeros llegarán a estar disponibles para ser reciclados, teniendo en cuenta la vida útil media de los productos. La sustitución de una materia prima fundamental por otra no fundamental que ofrezca un rendimiento similar es otra manera de reducir la dependencia de las materias primas fundamentales. Finalmente, la innovación en el ámbito de los materiales, el diseño sostenible y el desarrollo de tecnologías alternativas que requieran materiales diferentes también pueden contribuir a mitigar el riesgo en el suministro. Las soluciones para reducir la huella ecológica de la UE y aumentar la recuperación de materiales para mejorar la seguridad y competitividad de los procesos productivos están al alcance de la mano, pero la UE tiene un margen estrecho para actuar con la celeridad y contundencia necesarias ante nuevos escenarios mundiales de mayor complejidad y competencia por los recursos naturales. En general, a pesar de las buenas orientaciones políticas, los logros en la UE son lentos lo que se traduce en altos costes de inacción que implican importantes oportunidades perdidas para transitar hacia una economía menos derrochadora y dependiente, y más eficiente y competitiva.
La base de esta iniciativa legislativa consistirá en ampliar el alcance de la Directiva sobre diseño ecológic o más allá de los productos relacionados con la energía, de forma que el marco de diseño ecológico sea aplicable a la gama más amplia posible de productos y propicie la circularidad. Al mismo tiempo, el mercado único proporciona una masa crítica que permite a la UE sentar las pautas mundiales en materia de sostenibilidad de los productos e influir en el diseño de los productos y en la gestión de la cadena de valor en todo el mundo. Uno de los mayores retos de esta transición se encuentra en el cambio de modelo de tratamiento y gestión de los 2.500 millones de toneladas de residuos anuales que produce la UE (o 5 toneladas per cápita) (CE, 2020) y que sigue teniendo un carácter lineal fuertemente arraigado, que no permite implantar de forma rápida medidas eficientes para prevenir el desperdicio y reducir el uso de recursos materiales y energéticos. Los residuos urbanos representan solo alrededor del 10% del total de residuos generados en la Unión Europea con 225 millones de toneladas de residuos municipales en 2019. Sin embargo, las diferencias que se presentan entre los distintos territorios en función de su vinculación con los patrones de consumo y los niveles de renta per cápita,
Por todas estas razones, aumentar la recuperación de las materias primas críticas es uno de los retos que deben abordarse en la transición hacia una economía más circular. 1.3.2 GESTIÓN DE LOS RESIDUOS Desde los años setenta, la legislación de la UE sobre residuos ha aportado mejoras sustanciales para su gestión, con ayuda de los fondos de la UE. Sin embargo, la cantidad de residuos generados no disminuye (CE, 2020a). Actualmente, muchos productos están concebidos para un solo uso, o no pueden reutilizarse, repararse o reciclarse facilmente. La desvinculación de la generación de residuos del crecimiento económico exigirá considerables esfuerzos en el conjunto de la cadena de valor y en todos los hogares. Para ello, la UE debe acelerar la transición hacia un modelo de desarrollo regenerativo, reduciendo su huella de consumo y duplicando su tasa de utilización de material circular en la próxima década. Para conseguir que todos los productos sean adecuados para una economía climáticamente neutra, eficiente en el uso de los recursos y circular, y al mismo tiempo se puedan reducir los residuos, el Nuevo Plan de Acción de Economía Circular (CE, 2020) propone toda una serie de ejes estratégicos y legislativos.
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