SER DEL NORTE
Al encontrarnos tan alejados de la capital mexicana nos adaptamos a nuestro entorno, construimos una identidad rica en alimentos, música y costumbres que surgieron de la cultura del centro del país y la del sur de Estados Unidos.
cierta forma una mexicanidad diferente a los habitantes del interior del país, lo que crea un mix cultural solo entendible en ese territorio, pero igual de valioso. La frontera norte, además del “spanglish” y las efe- mérides norteamericanas, ha adoptado un sinfín de otros elementos estadounidenses que hoy conforman parte de su idiosincrasia. Entonces, ¿en qué nos pare- cemos a Estados Unidos? Primeramente, si nos enfocamos a nivel fronteri- zo, nuestro parentesco cultural reside principalmente en el estado texano. Regresemos a nuestras clases de historia de cuarto de primaria y situémonos en la in- dependencia de ambos países. Texas conformaba un estado más en el México in- dependiente después de la batalla de 1810, sin em- bargo, por intereses económicos y políticos, terminó por buscar su independencia. Después de una serie de eventos inesperados, conformó el estado número 28 en la Constitución de Estados Unidos. El territorio texano siguió colindando con el territorio norte de México y, a pesar de sus diferencias patrióti- cas, continuaron desarrollándose uno al lado del otro,
por lo que ambos estados tienen referencias históricas y culturales bastante parecidas. Desde los ritmos coun- try con la música norteña, la ganadería, los rodeos y las vestimentas típicas con botas y sombreros. Aunado a las similitudes culturales específicas, sin duda existen muchos puntos de encuentro entre las tendencias y las similitudes entre la cultura nor- teña con su país vecino, hablándose ahora sí de for- ma nacional. Al estudiar sociología, he notado que nos hemos adaptado mucho al modo de vivir y a los esquemas “norteamericanizados”. Hemos rescatado algunos elementos de índole calvinista, la fuerza de trabajo del esquema capitalista y el modelo material consumista —con esto último, la visión de time is mo- ney —. Ser vecinos de Estados Unidos nos ha llevado a acelerar nuestra cotidianidad y a cambiar, incluso, nuestra perspectiva de vida ya sea de forma negativa o positiva —eso lo dejo a criterio del lector. GRITANDO O CANTADITO Ya hablamos bastante de las raíces de nuestro parentes- co con Estados Unidos, pero ¿qué tal de México? ¿Acaso
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