Revista Vivienda Infonavit Año 6 No 1 (Junio 2022)

El análisis de los procesos de planificación se basa en un marco conceptual para el estudio de procesos de pla- nificación; mismo que esperamos establezca una estruc- tura conceptual compartida para evaluar la práctica de la planificación y que pueda facilitar tanto la creación de conocimiento como el debate de políticas urbanas. Los cinco procesos que estudiamos son: 1. La creación de un plan. 2. La implementación del plan. 3. La recaudación de ingresos para financiar la infraestructura urbana. 4. El mejoramiento de servicios en vecindarios existentes para garantizar la igualdad de acceso en toda la ciudad. 5. La inversión en nueva infraestructura para res- paldar el crecimiento. Para cada caso de estudio presentamos una intro- ducción de la historia y contexto del municipio, una des- cripción de las actividades de planificación del gobierno local, su Plan de Desarrollo Urbano (PDU) actual, un resumen de la historia política de la ciudad, una evalua- ción del acceso a la información sobre la planificación local y de los procesos de planificación, un análisis de los mecanismos para cambiar el uso de suelo, ejemplos de un proyecto de infraestructura y aplicación de las reglas de zonificación, y una evaluación de los usos de suelo, incluyendo un análisis que compara la zonificación local con las políticas federales, mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG). Descubrimos no solo las limitaciones en la efecti- vidad de los planes y procesos de planificación en los cuatro municipios, sino que cada ciudad tiene lecciones vitales qué ofrecer a otros gobiernos locales. Morelia, por ejemplo, cuenta con mapas digitales accesibles y fáciles de usar que podrían servir como modelo para difundir información. El enfoque de Hermosillo para la evaluación de planes es ejemplar. La continuidad de las políticas de planificación en León es sobresaliente, al igual que su sistema de indicadores para evaluar el avance de la planificación y la conexión entre la pla- nificación y otras áreas del gobierno local. Finalmente, Campeche ofrece un modelo para mejorar el catastro y la recaudación de impuestos de propiedad en otros estados y municipios del país. Las limitaciones que se identificaron en los procesos de planificación reflejan tendencias en la literatura aca- démica que pretende evaluar la calidad de los planes y la planificación (Baer, 1997; Berke y Godschalk, 2009; Steil y Kelly, 2019). Los agrupamos en tres áreas: ► La baja efectividad de los planes por falta de continuidad. ► La tendencia a existir poca coordinación o vin- culación entre los planes, el presupuesto y los gastos municipales.

► La falta de accesibilidad pública a la información y los procesos de planificación; y, por lo mismo, la baja calidad de participación. Al final de este informe detallamos seis principios para mejorar y apoyar la planificación bajo este rubro. Aportes a los debates académicos Este proyecto contribuye a los debates de la planificación urbana tanto en México como en otros contextos, por- que conceptualiza los procesos de planificación de una manera definida y clara, enfatiza su necesidad y ofrece una metodología para la descripción empírica de la práctica de planificación local. Además, ofrece una visión más realista y contundente sobre lo que podemos esperar de la planificación. Nuestro enfoque en la supervisión de la planificación local por gobiernos arriba en la jerarquía (federales o estatales) resuena con investigaciones en Estados Unidos que enfatizan la importancia de tener objetivos medibles, plazos, datos y temporalidades cla- ras (p. ej. Berke y Godschalk, 2009; Steil y Kelley, 2019; Elmendorf et al., 2020). En México, gran parte de la investigación sobre urba- nización ha enfatizado la desorganización, el caos y la falta de control sobre el crecimiento urbano (Garza, 1996; Duhau y Giglia, 2008; Ziccardi, 2015). Bazant (2010) es un ejemplo muy crítico que muestra la poca utilidad de esta conceptualización de la planificación y urbanización. Su trabajo presenta varios ejemplos del “fracaso” de la planificación urbana sin considerar causas alternati- vas de los problemas urbanos identificados. Tampoco ofrece una explicación sobre las fallas en los procesos de planificación o una propuesta de línea de investigación que pueda ayudar a superar los problemas identificados. Este marco conceptual centrado en el fracaso y el énfasis modernista en “control” y “orden” como la solución a los problemas urbanos contrasta con una visión de la urbanización como un fenómeno que el gobierno puede apoyar y moldear para mejorar ciertas condiciones socia- les. Para muchos en el sector público y privado, el hecho de que las ciudades tienen problemas solo evidencia que la planificación ha fracasado. Sin embargo, hasta los mejo- res planificadores no pueden hacer de una ciudad pobre, una ciudad rica —y menos por medio de más “control”—. Ni siquiera está claro que el control sea un elemento integral de una buena política urbana, sobre todo cuando la inversión en infraestructura y servicios en las ciudades mexicanas ha sido tan limitada en comparación con la de otros países con altos niveles de calidad de vida. Es sorprendente que las finanzas públicas, sobre todo las municipales, no reciban mayor atención por parte de aquellos que estudian y trabajan en temas relacionados con la ciudad. Es integral que los rubros fiscales y finan- cieros se vinculen con la investigación enfocada en la planificación y los procesos urbanos.

68 Vivienda Infonavit • JUNIO 2022

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