Innovación y el uso de blockchain en España

Estudio sobre la innovación y el uso de blockchain en España

generalizada. “En el año 2020, blockchain aún está en pocos sectores con impacto genuinamente transformador”, concluye. En esto coincide Julio Faura (Adhara), quien explica que, si se compara España con otros países, “el nivel de uso real es bastante bajo, mientras que el nivel de conocimiento o sensibilización es razonablemente alto”. Añade que en otras latitudes se observan implantaciones reales con blockchain , empezando por la industria fi nanciera —que en el caso de los bancos españoles no se encuentra— y “si hablamos del mundo cripto, hay muchos más avances en Sudáfrica, en Latinoamérica o en Asia”. Esta a fi rmación podría explicar los datos obtenidos en la encuesta, que apuntan a que la industria fi nanciera española no considera blockchain una prioridad estratégica para su negocio, por lo que tampoco prevé aumentar su inversión en esta tecnología en el futuro inmediato. Montse Guardia (Alastria) de fi ende que “aunque el crecimiento es claro, todavía no podemos esperar un uso amplio y una capacidad de comprensión extendida en todos los sectores”. Guardia reconoce, no obstante, la evolución positiva que ha tenido esta tecnología en los últimos cuatro años, “tanto en lo relativo al propio desarrollo tecnológico como a su cada vez más cercano horizonte de rentabilidad”. Y subraya la inexcusable convergencia de los ámbitos tecnológico y jurídico como elementos del marco necesario para la implantación de esta tecnología en la empresa. Para Montse Guardia factores como la normalización, la interoperabilidad, la resiliencia, la convergencia con otras tecnologías (IA, IoT, etc.) o el uso adecuado de la identidad digital forman parte del camino que aún está pendiente de recorrer. Ahondando en esta idea, Almudena de la Mata (experta de la red Los 100 de Cotec) apunta a que ese camino es amplio, “máxime teniendo

El español Alberto Gómez Toribio (AEFI) advierte que existe en el uso de estas tecnologías “un nivel de madurez comparable al de otras tecnologías en fi ntech ”; aunque señala que ciertos usos —a su juicio “más críticos”— de blockchain , como las criptomonedas, han de regirse por un baremo más exigente, “dadas sus características únicas”. Recuerda, en este sentido, cómo las brechas de seguridad ocurridas en el último año no parecen situar en una posición de desventaja a los servicios fi nancieros basados en criptomonedas, lo que le permite a fi rmar que “el estado de madurez en los procesos para crear este tipo de servicios no dista tanto del de sectores que consideramos maduros”. Para sustentar esta valoración, Gómez Toribio añade que “en los últimos dos años no solo se han creado procedimientos y herramientas para el desarrollo seguro de software blockchain , sino que la comunidad ha comenzado a organizarse alrededor de marcos, procesos consensuados o estándares que facilitan la adopción de buenas prácticas y reducen el esfuerzo necesario para crear aplicaciones, lo que dibuja un escenario prometedor, aun sin la intervención del regulador”. Por su parte, Moisés Menéndez, uno de los dos españoles en el Blockchain Expert Policy Advisory Board (BEBAP) de la OCDE, cali fi ca de “experimental” el momento por el que transita la tecnología blockchain en España. “En la actualidad no hay negocios consistentes de uso generalizado por la población basados en blockchain , ni siquiera lo que tiene que ver con los criptoactivos”. Comparada con otras tecnologías incrementales, blockchain está en niveles de expectación muy altos, pero por diferentes razones todavía no es una realidad, encontrándose en fase de prueba de concepto. “Está en una fase muy inicial”, sentencia. Menéndez ve estas tecnologías ancladas a las áreas de innovación de las compañías, lo que les resta visibilidad en las estrategias corporativas e impide su adopción

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