¡HABLEMOS DEL TEMA! Cuando hable con su adolescente sobre el alcohol, no le dé sermones. Pregúntele sobre sus pensamientos/opiniones sobre el tema. Use preguntas que comiencen con cómo, qué y por qué. Podría preguntarle “¿Cómo manejarías una invitación a una fiesta con alcohol? ¿Qué dirías tú? ¿Por qué crees que beber es peligroso a tu edad?” Ayúdeles a practicar analizando detalladamente los pros y los contras de diferentes alternativas. Hagan cosas en familia. Las actividades familiares positivas y compartidas ayudan a proteger a los chicos contra las influencias de conductas de riesgo de los compañeros. Una vez más, utilice preguntas que comiencen con cómo, qué y por qué. Por ejemplo, a los chicos les gusta ver fotos de sus padres y hermanos cuando eran jóvenes. Ver fotos familiares juntos puede fortalecer las relaciones y mostrar cómo todos pasan por cambios similares. Estas conversaciones informales también ayudan a mantener abiertas las líneas de comunicación. Al usted hablar con los chicos con frecuencia, la transición es más fácil cuando necesita hablar sobre temas más difíciles. Cómo iniciar una conversación Formule preguntas que comienzan con cómo, qué y por qué para iniciar las conversaciones y ayudar al desarrollo del cerebro de su hijo o hija. Por ejemplo, usted puede intentar iniciar la conversación diciendo...”Es importante que tengamos estas conversaciones. Las cosas son diferentes ahora en comparación con la época cuando yo era joven: 1) ¿Qué puedes hacer si alguien te ofrece una bebida con alcohol? 2) ¿Cómo puedes decir no sin sentir que te ves mal ante tus amigos? 3) ¿Por qué piensas que algunos chicos creen que está bien beber cuando todavía son menores de edad?
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¡Hablemos del tema!
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