La Economía Intangible en España 2019

LA ECONOMÍA INTANGIBLE EN ESPAÑA CONCLUSIONES

es superior en las manufacturas y los servicios privados, y menor en los servicios públicos y el sector primario. El peso relativamente elevado en la construcción se explica por el activo diseño que incluye los proyectos realizados por ingenieros y arquitectos. Estas diferencias justifican, en sí mismas, el interés en descender en la desagregación sectorial. En segundo lugar, se ha constatado también desde la perspectiva de los distintos tipos de activos que el sector de servicios privados es el que presenta una penetración mayor del software , resto de activos inmateriales, estudios de mercado y estructura organizativa. Las manufacturas destacan sobre el resto de agregados por el mayor peso de la inversión en I+D y publicidad. La construcción por el diseño; y los servicios públicos por la formación de sus trabajadores en el puesto de trabajo. En tercer lugar, llama la atención el desigual dinamismo mostrado por la educación privada, que ha experimentado fuertes tasas de crecimiento, frente a la pública, que por el contrario, ha presentado tasas de variación negativas. El mismo dispar comportamiento, a favor de la privada, se aprecia en las actividades sanitarias y de servicios sociales, aunque en este caso menos pronunciadas que en la educación. Las diferentes dinámicas seguidas por los sectores en el transcurso de los veinte años analizados, y su relación con la posición inicial de la que partían en 1995, ha per- mitido clasificar a los 27 sectores en cuatro grupos. El grupo más prometedor, denominado liderazgo reforzado, incluye sectores que ya partían de una situación inicial más favorable que han reforzado en el transcurso del tiempo. Son, por tanto, los sectores estrella desde la perspectiva de los intangibles. A este grupo pertenece un único sector manufacturero: fabricación de maquinaria y equipo n.c.o.p., y tres sectores de servicios privados: información y comunicación; actividades profesionales; y educación privada. Al segundo grupo se le denomina de liderazgo estancado porque agrupa sectores que partían en 1995 de una situa- ción favorable que no han sabido mantener en el tiempo. A él pertenecen los otros nueves sectores manufactureros. Este resultado es muy preocupante y arroja serias dudas sobre la capacidad de la industria manufacturera española

para continuar compitiendo en un mundo cada vez más globalizado. A este grupo pertenecen también actividades financieras y de seguros. El tercer grupo es el que peores expectativas de futuro presenta. Son sectores que partían de una situación inicial más desfavorable que, en lugar de corregirla, se han ido distanciando de la media nacional. Por esta razón se les ha denominado sectores divergentes. Entre ellos se encuen- tran sectores de tradicional baja productividad, como el sector primario y la construcción; dos pertenecientes a los servicios privados —comercio y reparación— y otros dos a los servicios públicos. El cuarto, y último grupo, son los que presentan un futuro más prometedor. Son los sectores denominados convergentes, denominados así porque, pese a partir de una situación inicial más desfavorable, han mostrado un dinamismo superior a la media, dejando atrás a los divergentes y aproximándose a los líderes. A este grupo pertenecen los dos sectores de energía, llamados a ocupar posiciones destacadas en un futuro no muy lejano, reque- rido de cambios drásticos para hacer frente al desafío del cambio climático. También pertenecen a este grupo un sector de los servicios públicos (actividades sanitarias y servicios sociales públicos) y cuatro de los servicios privados. Entre estos destacan dos sectores, transporte y hostelería, que están experimentando fuertes cambios tecnológicos a los que están haciendo frente fomentando la inversión en intangibles que tan necesaria es para aprovechar las enormes ventajas que ofrece la revolución tecnológica. En suma el presente informe corrobora y actualiza las conclusiones del anterior en el que se señalaban las diferentes formas en las que los intangibles afectan al crecimiento de las economías y que constituyen las razones económicas por las que se debería fomentar su inversión: en primer lugar los AI por sí mismos mejoran directamente el avance de la productividad en todos los sectores; en segundo lugar incrementan el impacto sobre la productividad de otros activos cuyo rendimiento mejo- ran y, en tercer término, originan efectos desbordamiento positivos tanto entre empresas como entre sectores eco- nómicos. Nuevos trabajos corroboran estas tres formas de impacto que convierten a los intangibles en objetivo para las políticas públicas y privadas.

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