LA EXPERIMENTACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
el desarrollo e implantación de la experi- mentación como una herramienta más que considerar en el ciclo de las políticas públicas, estableciendo objetivos en esta dirección y asumiendo responsabilidades directas. Por otro lado, ha de señalarse que si bien los Fondos Europeos constituyen una oportuni- dad (Next Generation) para reforzar la función evaluadora dentro de la Administración públi- ca, no se ha desarrollado un marco de evalua- ción global que impulse la experimentación en las políticas en este marco financiero. En este momento, con un notable avance en su imple- mentación, solo se ha producido en determi- nados casos el planteamiento de desarrollo de proyectos experimentales (IMV). No obstante, sería deseable que se extrajeran lecciones y se previera a futuro la integración de la evalua- ción como parte de este tipo de procesos de desarrollo de políticas públicas, con el plan- teamiento de los enfoques más pertinentes en cada caso, acompañando las evaluaciones de impacto y experimentos con otro tipo de análi- sis complementarios que permitan evaluar las políticas en su conjunto. Para lograr este incremento de la experimenta- ción en nuestro país, resulta además recomen- dable a la luz del análisis: 1. En la medida en que existen numerosos proyectos piloto, de pequeña escala, sobre todo a nivel regional y local, que podrían incorporar metodologías experimentales en su diseño, se propone comenzar por fomen- tar la experimentación pública en el diseño de pequeñas intervenciones, que generen referentes demostrativos de la eficacia de introducir estas metodologías en las políti- cas públicas. Por otro lado, resulta recomendable comen- zar a aplicar la experimentación en la fase de diseño en lugar de en la fase de eva- luación, pues ello implica un menor coste, y además puede generar menor aversión política, al trabajar sobre el diseño de una
intervención piloto que aún no ha sido desa- rrollada a mayor escala. 2. De cara a evitar que este tipo de expe- rimentos se den de manera aislada y sin acompañamiento, como se ha descrito en algunos casos en los apartados de análisis, existen diversas fuentes de financiación y organizaciones especializadas que pueden ser un apoyo importante, sobre todo en las primeras fases de instauración de estos experimentos. En ese sentido, incluir metodologías expe- rimentales innovadoras en el diseño de las intervenciones puede suponer una manera de atraer y apelar a la financiación externa, por ejemplo, en intervenciones financiadas por la UE. En el caso de España, el apoyo de Europa, con más experiencia a la hora de aplicar metodologías experimentales, está siendo y será fundamental para aplicar estos procesos en las políticas públicas. 3. Uno de los elementos que ha sido clave para el desarrollo de la experimentación en países como Francia y Reino Unido e instituciones como la Comisión Europea es el establecimiento de un «fondo de expe- rimentación» en el que el requisito para su financiación es que las intervenciones financiadas necesariamente incluyan un enfoque experimental. En España existen algunos pilotos de convocatorias que promueven la experi- mentación, como ya se comentado; así, por ejemplo, La Ciutat Proactiva del Ayun- tamiento de Barcelona este año fomenta los «Behavioural insights y nudges» como metodología innovadora para integrar en el diseño de los proyectos que se presenten a la convocatoria, o por ejemplo las evalua- ciones experimentales en torno al ingreso mínimo vital que financia el Estado con fondos europeos.
4. El apoyo de la Administración no tiene que ser únicamente financiero, ya que,
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