LA EXPERIMENTACIÓN EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
mayor nivel de pobreza, o que sufren racismo sistémico o violencia. Existe un área de la ex- perimentación pública que se dedica a mejorar los resultados (y prevenir los resultados negati- vos) en el sistema judicial. En cuanto a la seguridad ciudadana, se han puesto en marcha iniciativas de diferentes tipos para garantizar que las acciones que rea- lizan las personas no presenten riesgos para la ciudadanía, pero sobre todo para su propia seguridad. Los ejemplos son variados, desde la seguridad cibernética hasta la seguridad vial. En este ámbito, destaca el programa del Banco Mundial «ieConnect for Impact» 18 , que pretende generar un importante volumen de información a través del desarrollo de siste- mas de datos y evaluaciones experimentales y cuasiexperimentales para transformar los sistemas de movilidad basados en evidencia. También en relación con el conflicto y la violencia, se han realizado estudios con el objetivo de entender mejor cómo se organiza la violencia social y política, y de evaluar el impacto de las respuestas políticas diseñadas para combatir la delincuencia y la violencia o aliviar sus efectos negativos. 3.7. Elementos facilita- dores de la experimen- tación Tras el análisis de las iniciativas experimentales y sus diferentes usos, se puede concluir que en el contexto internacional existen algunos ele- mentos facilitadores de la implementación de estas metodologías en las políticas públicas. De manera general, que se haya ampliado el alcance en los tipos de aplicación de la experi- mentación supone una oportunidad para que estas metodologías se puedan implementar en una mayor variedad de situaciones y ámbitos. Algunos elementos que lo han facilitado hasta ahora han sido:
• Han crecido el número y la tipología de instituciones que están trabajando en la experimentación, lo que hace que se estén generando cada vez más experiencias, con el expertise y los aprendizajes que esto conlleva. • La experimentación se está desarrollan- do en diferentes momentos del ciclo de políticas, y no solo en el de la evaluación. En concreto, que se haya incrementado la aplicación de la experimentación en el diseño, y también en la implementación, es una oportunidad para comenzar a emplear metodologías experimentales con menor coste y duración y además hacerlo de ma- nera complementaria. Algo similar ocurre con que se pueda usar con diferentes fines y públicos objetivos. • Que exista un gran abanico de sectores que estén implementando estas metodo- logías expande el ámbito de desarrollo, así como la información disponible para otras Administraciones sobre actuaciones basadas en la evidencia en sectores muy dispares. De manera más concreta, este análisis ha mostrado que para que una Administración pública desarrolle este tipo de metodologías de manera habitual es necesario: • Favorecer una cultura del uso de la evidencia en la evaluación y el diseño de las políticas para que se puedan introducir elementos experimentales en ambos pro- cesos. Esto requiere, primero, un cambio de mentalidad, pero también actuaciones por parte de la Administración que favorezcan su desarrollo. • Contar con recursos técnicos y financie - ros para implementar estas metodologías. Por ejemplo, los ya mencionados fondos
18. https://www.worldbank.org/en/research/dime/brief/transport. Se ha desarrollado en Brasil, Colombia, Etiopía, Guinea-Bissau, Irak, Kenia, Liberia, Malawi, Mozambique, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Perú, Ruanda, Senegal, Tanzania y Túnez.
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