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18/INTERNACIONAL

el horizonte

Martes 5 de agosto de 2025

PRIMER MINISTRO Y GABINETE DIMITIERON Lituania se queda sin gobierno: todos renuncian

El primer ministro, el socialdemócrata, GINTAUTAS PALUCKAS, renunció días antes tras ser acusado de corrupción

REDACCIÓN El Horizonte

El Gobierno de Lituania dimitió este lunes, al mismo tiempo que el primer ministro, el socialde- mócrata Gintautas Paluckas, con- firmaba oficialmente su renun- cia, que ya había anunciado la se- mana pasada, debido a las alega- ciones de corrupción en las que se ha visto envuelto, según dijo su asesor de relaciones públicas y medios, Justinas Argustas. La renuncia del primer minis- tro y la dimisión automática de todo el Gabinete será presenta- da este lunes ante el presidente, Gitanas Nauseda, para que nom- bre a un primer ministro interi- no y designe al Gobierno actual como Ejecutivo en funciones hasta que se forme uno nuevo y reciba el visto bueno del Parla- mento o Saeimas.

MINISTRO ERA CORRUPTO Aunque los medios lituanos lle- vaban varias semanas informan- do sobre las alegaciones relacio- nadas con los negocios de Paluc- kas, la gota que colmó el vaso lle- gó la semana pasada, cuando Saulius Skvernelis, el presiden- te de uno de los socios de la coa- lición, la Unión de Demócratas 'Por Lituania', amenazó con rom- per la alianza si el primer minis- tro permanecía en el cargo. Según han desvelado varios reportajes de investigación, una empresa cofundada por Paluc- kas, Garnis, recibió un crédito de 200,000 euros del banco na- cional de desarrollo cuando ya era primer ministro, el cual aho- ra está bajo investigación del Co-

ARDE EL CAÑÓN DEL COLORADO INCENDIO LLEVA UN MES SIN PODERSE CONTROLAR. El Gran Cañón, uno de los parques naturales más famosos del oeste de Estados Unidos, lleva el último mes azotado por un incendio forestal descontrolado que se ha convertido en el mayor del año en el país y ha arrasado casi 50,000 hectáreas. El incendio, cumplió un mes y fue provocado por un rayo.

PRIMER MINISTRO DIMITIÓ Virtualmente el país se encuentra sin gobernanza hasta nombrar interinos

mité de Ética de Cargos Públicos de Lituania. Ahora el país deberá hacer llamado a elecciones.

¿Qué es la inocencia? Quizás, en su forma ideal, la inocencia podría describirse como UN CORAZÓN HUMANO despojado de ego y lujuria, algo similar a lo que James Joyce describe en RETRATO DEL ARTISTA ADOLESCENTE , cuando su héroe, el joven Steven, ve a una chica semidesnuda en la playa y, en lugar de conmoverse por el deseo sexual, solo siente un inmenso asombro y admiración. E n términos más prácticos, el di- funto Allan Bloom, en El cie- rre de la mente americana, su- giere que, en última instancia, la Perdiendo nuestra inocencia

COLUMNA

ESPIRITUALIDAD POR RON ROLHEISER

chorros, y mucho menos de montañas y estrellas fijas, que carecen de prerro- gativas. No la hemos perdido; el mundo es un lugar mejor. Como cualquier otro don del espíritu, está ahí si la deseas, dis- ponible con solo pedirla, como se ha en- fatizado con palabras más fuertes que las mías. Es posible perseguir la inocen- cia como los sabuesos persiguen a las liebres, con determinación, impulsados por una especie de amor, cruzando arro- yos, gimiendo y perdidos en campos y bosques, dando vueltas, saltando so- bre arbustos y colinas, con los ojos abier- tos, dando voz a gritos, sin darse cuen- ta, al anhelo más profundo e incompren- sible, una llama en la raíz del corazón, y ese coro trinando que resuena desde las montañas”. Estas palabras son un conmovedor re- cordatorio de que uno de los pilares más profundos de una vida sana (y feliz) es la inocencia; si no su logro, sí su deseo. Así como un niño sano anhela la experiencia de un adulto, un adulto sano anhela el co- razón de un niño. Perder el deseo de ino- cencia es perder el contacto con el alma. De hecho, perder el deseo de inocencia es perder el alma, y perder por comple- to el deseo de inocencia es una de las ca- racterísticas de estar en el infierno. www.ronrolheiser.com

puede vivir con paciencia ante la incon- sumación, sin exigir la sinfonía completa, sabiendo que, como niño, muchas de las cosas que desea profundamente aún no se pueden conseguir. El corazón de un niño aún confía en la bondad, y el corazón de una virgen no pone a prueba a su Dios. En su novela El Angel de Piedra, Mar- garet Laurence describe a Hagar Shipley, una mujer que, un día, tras oír a un niño llamarla “vieja bruja”, examina su rostro en un espejo y queda sorprendida y ho- rrorizada por lo que ve. Apenas recono- ce su propio rostro. Lo que ve la asus- ta. Es un rostro que no solo ha envejeci- do, sino que también se ha vuelto frío y sin vida, carente de entusiasmo e inocen- cia. Ella se pregunta cómo pudo haber sucedido esto, pues todavía se imagina a sí misma como una persona atractiva, agradable y plena. Sin embargo, el espe- jo le muestra la amarga verdad: ha perdi- do a la niña que lleva dentro, ha perdido su inocencia. Esto nos puede pasar a todos, y a ve- ces nos pasa a todos. Nunca debemos perder nuestro deseo de inocencia. Eso constituiría una de las enfermedades más mortales. Annie Dillard escribió una vez: “La ino- cencia no es prerrogativa de bebés y ca-

y sueños. Además, la inocencia adulta debe dis- tinguirse de la inocencia natural de un niño. Para un adulto, la inocencia ya no debería ser ingenuidad. Debe ser algo que podríamos llamar acertadamente se- gunda ingenuidad o post-sofisticación. Hay una gran diferencia entre la infantili- dad: la inocencia espontánea de un niño, que se basa en parte en la falta de expe- riencia y la ingenuidad, y la infantilidad, es decir, la sofisticación de un adulto in- formado y experimentado que ha asumi- do la capacidad de asombro de un niño. ¿Cómo definió Jesús la inocencia? Él señaló dos cosas: el corazón de un niño y el corazón de una virgen. A menos que tengas el corazón de un niño, no entrarás en el Reino de los Cielos, y el Reino de los Cielos se puede comparar con diez vírgenes que esperan a su novio. Para Jesús, el corazón de un niño es fresco, receptivo, lleno de asombro, y aún no contiene la dureza y el cinismo que se calcifican en nuestro interior a causa de la herida o el pecado. Y, para él, el corazón de una virgen es aquel que

inocencia es castidad, y que la castidad es más que un concepto sexual. Para Bloom, debe haber "castidad" en todas nuestras experiencias; es decir, solo ne- cesitamos experimentar las cosas si po- demos experimentarlas de tal manera que nos mantengamos integrados. En pocas palabras, perdemos nuestra inocencia cuando experimentamos algo que nos desgarra, quebrantando nuestra integridad de alguna manera. Y podemos desgarrarnos de muchas maneras: moral, psicológica, emocional, espiritual y física. Bloom sugiere que hoy en día la mayo- ría carecemos de castidad y ya estamos algo desgarrados. Esto, sugiere, se mani- fiesta no primero en el aumento vertigi- noso de las crisis emocionales o el abu- so de drogas y alcohol, sino, más común- mente, en una cierta inercia del alma que nos deja (en sus palabras) "eróticamen- te cojos", sin fuego en la mirada y sin mu- cho de lo sublime en nuestros corazones

RON ROLHEISER: Sacerdote católico y miembro de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Especializado en Teología en la Universidad de Lovaina, Bélgica. Presidente Emérito de la Escuela de Teología de los Oblatos en San Antonio, Texas. Columnista, conferencista y escritor

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