LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA

LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA. AVANCES Y RETOS POR REGIONES Y SECTORES

Este informe presenta una metodología y una base de datos que permiten medir el tamaño de la economía digital analizando su penetración por regiones y en todos los sectores de actividad. La ventaja del método propuesto es que está anclado a la metodología de Cuentas Nacionales, por lo que su medición permite evaluar en qué medida está contribuyendo el avance de las tecnologías digitales al PIB. La metodología se basa en el concepto de función de producción, que relaciona los factores de producción con el valor añadido generado. En este marco conceptual, se calcula la remuneración de los factores de producción (capital y trabajo) que están asociados a la digitalización, lo que permite cuantificar la parte del PIB que se debe a la economía digital. La clave es delimitar los factores de producción digitales y determinar la remuneración que perciben. Los bienes de capital que se considera que están asociados a la digitalización son el software (incluyendo las bases de datos), el hardware , las comunicaciones y la I+D. Para el factor del trabajo, se tienen en cuenta los trabajadores que desempeñan ocupaciones digitales en sus puestos. Dados estos factores, se calcula, a partir de los datos que publica el INE en la CNE y en la CRE, la parte del EBE y de la RT que se debe a ellos y la que corresponde al resto de los bienes de capital y de trabajadores. La base de datos elaborada con la metodología propuesta ofrece información del VAB digital generado en veintiún sectores de actividad de cada región española desde 2011 hasta 2021 (2022 para el caso de la RT). También se ofrece información sobre la penetración de la digitalización en el capital (EBE) y en el trabajo (RT). De esta forma, además de cuantificar la aportación al PIB de la digitalización, es posible estimar la parte que procede de la penetración de la digitalización en el capital y en el empleo.

Al comparar nuestro país con otros de nuestro entorno, vemos que España está bien posicionada gracias al despliegue de infraestructuras digitales y a la digitalización en la Administración, pero tiene carencias en cuanto a la disponibilidad de especialistas TIC. La digitalización por parte de las empresas también es menor, y el sector productor de TIC es de dimensión reducida, con menor productividad e inversión en I+D que en países como Alemania, Reino Unido, Francia o Italia. Además, la digitalización avanza más lento en las empresas pequeñas, predominantes en nuestro país. El VAB digital en España alcanzó los 163,9 mil millones de euros en 2021, lo que representa el 15,0 % del PIB. El crecimiento de la economía digital ha sido notable, pues en 2011 únicamente representaba el 9,7 %. Por sectores, el PIB digital se concentra en el de la información y las comunicaciones, el de las actividades profesionales, el de las Administraciones públicas, la defensa, la educación y la sanidad y el de las actividades financieras y de seguros. Los sectores con menor contribución al PIB digital son los de la agricultura y la pesca y la industria de la madera, el corcho, el papel y las artes gráficas, que no superan el 1 %. Los sectores productivos españoles se pueden clasificar en tres grupos en función de la penetración de la digitalización (peso del VAB digital sobre el VAB total): sectores de digitalización alta, media y baja. En general, las manufacturas ocupan las posiciones intermedias. Algunos de los sectores tradicionales de especialización española, como la hostelería, la construcción y las actividades inmobiliarias o la agricultura, se encuentran en el grupo de baja digitalización. El crecimiento de esta entre 2011 y 2021 fue generalizado e intenso en todos los sectores de actividad.

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