LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA

LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA. AVANCES Y RETOS POR REGIONES Y SECTORES

A1.1. Marco de referencia

además de en una serie de impuestos sobre la producción y las importaciones. De esta forma, disponemos ya del marco sobre el que llevar a cabo nuestra estimación. No obstante, es necesario realizar una serie de ajustes a estos datos para poder adaptarlos a las necesidades que conlleva la descomposición en la que se basa la metodología que queremos aplicar. En primer lugar, hay que tener en cuenta que la cifra de remuneración de asalariados que ofrecen la CNE y la CRE solo incluye los sueldos y los salarios percibidos por los empleados por cuenta ajena, por lo que es necesario realizar un ajuste para incluir los salarios percibidos por los autónomos (el denominado autoempleo) y que el INE incluye junto al EBE. La forma escogida para hacer este ajuste es la habitualmente utilizada en este tipo de análisis: se aplica a la cifra de remuneración de asalariados por sector de actividad que publica el INE la ratio de las horas totales trabajadas sobre las horas trabajadas asalariadas (ambas variables son proporcionadas por la CNE y la CRE). De esta forma, se incrementa la cuantía de la remuneración a los asalariados, que ahora se convierte en remuneración total del trabajo (asalariado y no asalariado). Por otro lado, la retribución de los capitales utilizados (siguiendo la metodología habitual) 15 se obtiene restando la retribución del trabajo del VAB total. Así, la suma de ambas retribuciones coincide con el VAB, tanto para el total de la economía como para cada sector de actividad. Este procedimiento se lleva a cabo para cada uno de los sectores considerados, para el total nacional y para cada una de las comunidades autónomas Sin embargo, a nivel autonómico, la información ofrecida por la CRE tiene menos detalle sectorial que la de la CNE, por lo que, para alcanzar la misma desagregación de sectores (Cuadro 2.1), es necesario estimar la desagregación del sector manufacturero (CNAE 10-33), que la

Como se ha comentado en el capítulo 2, en este trabajo se desarrolla una metodología nueva con el objetivo de medir la penetración de la economía digital en cada región y en cada sector de actividad. El punto de partida de la metodología son los trabajos de Pérez y Benages (2012) y Maudos, Benages y Hernández (2017), pero adaptando sus ideas a la digitalización, en lugar de al concepto más amplio de economía del conocimiento, que es el que se mide en estos trabajos. La idea consiste en medir el peso que tiene la digitalización en la economía a partir de la remuneración que en el sistema productivo reciben los factores de producción (trabajo y capital) que podemos clasificar como digitales o digitalizados. Por tanto, el primer paso será determinar qué parte del valor añadido generado por la economía se utiliza para retribuir al capital digital y al empleo que puede considerarse como digitalizado. Con este objetivo, el marco de referencia y punto de apoyo de las estimaciones realizadas es la CNE, en el caso nacional, y la CRE, en el caso de la información regional, ambas publicadas por el INE. Estas dos estadísticas ofrecen los datos oficiales del VAB 14 por sector de actividad correspondientes al total de España, así como a cada una de las regiones del país. Asimismo, también ofrecen la desagregación de dicha magnitud por el lado de las rentas, como la suma de las retribuciones a los factores del trabajo y el capital, pues el VAB puede descomponerse en la remuneración de los asalariados y en el EBE y rentas mixtas,

14. Aunque comúnmente es más utilizado el concepto del PIB, la CNE y la CRE solo ofrecen la desagregación sectorial del VAB. La diferencia entre ambas magnitudes corresponde a una serie de impuestos y subvenciones sobre los productos. 15. Véanse Timmer et al. (2007), O’Mahony y Timmer (2009), Jorgenson (1995, 1996), Jorgenson y Griliches (1980), Jorgenson, Gollop y Fraumeni (1987) y Jorgenson, Ho y Stiroh (2005).

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