LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA

LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA. AVANCES Y RETOS POR REGIONES Y SECTORES

anterior se debe sobre todo al incremento en la capitalización digital (Gráficos 5.3 a, b, A5.1 y A5.2). En todos los sectores de actividad ha aumentado el porcentaje de las rentas del capital que son atribuidas a los activos digitales, aunque los mayores incrementos se observan precisamente en los sectores con mayor impacto de la digitalización, y los menores, en las actividades inmobiliarias, en la agricultura y la pesca y en la construcción. En seis sectores se reduce el peso de digitalización sobre las rentas del trabajo: actividades inmobiliarias, actividades manufactureras diversas, coquerías y refino del petróleo, química y productos farmacéuticos, maquinaria, equipo y material eléctrico y electrónico, industria de la alimentación, bebidas y tabaco e industria textil, de confección, cuero y calzado. En el resto de los sectores, el aumento es muy modesto. Los sectores en los que se dieron mayores diferencias en 2021 entre la contribución de la digitalización del capital (en el EBE) y del trabajo (RT) son los de la fabricación de material de transporte (48,5 puntos porcentuales más en el EBE que en la RT), la industria textil, de confección, cuero y calzado (37,9 puntos porcentuales), las actividades profesionales (36,4 puntos porcentuales) y la maquinaria, equipo y material eléctrico y electrónico (36,1 puntos porcentuales). Por tanto, existen diferencias notables entre el trabajo y el capital en cuanto a la intensidad de la penetración de la digitalización, así como en su evolución; aunque no ocurre con el sector más digitalizado, el de la información y las comunicaciones, prácticamente en todos los demás es menor en el trabajo que en el capital. De hecho, solo tres sectores (actividades inmobiliarias, construcción e información y comunicaciones) se sitúan por debajo de la

línea de 45° (línea de puntos gris oscuro) del Gráfico 5.4, lo que indica un mayor peso de la digitalización en el trabajo que en el capital. En el trabajo, la mayor parte de los sectores se concentran por debajo de la media del total de los sectores (12,5 %) (línea de puntos azul claro), y solo hay unos pocos muy alejados de la media, en particular el sector de la información y las comunicaciones, como ya se advertía antes. La mayor dispersión entre sectores en el peso de las rentas del trabajo digitales sobre el total de las rentas en comparación con el del capital se observa claramente en el Gráfico 5.5. En él se muestra el coeficiente de variación de las dos ratios para todo el periodo. Efectivamente, la dispersión de la penetración de la digitalización en el trabajo es mucho mayor que en el capital. Esta mayor dispersión en la intensidad digital del trabajo está asociada a un conjunto de sectores, entre los que destaca el de la información y las comunicaciones, alejado de la media. Además, los sectores de actividad son cada vez más homogéneos en la penetración digital en el capital, pues el coeficiente de variación disminuye constantemente, pero en términos del trabajo sucede lo contrario, la dispersión aumentó mucho entre 2013 y 2018, y se ha reducido un poco desde entonces. Los resultados señalan una cuestión relevante y preocupante, que es que la digitalización aumenta básicamente gracias a la inversión en activos digitalizados en todos los sectores de actividad, pero no lo hace tanto en la intensidad del uso y en la remuneración de los trabajadores digitalizados. En el trabajo no solo la penetración de la digitalización es por lo general menor que en el capital, sino que también los sectores se hacen más diferentes a lo largo del periodo. Las carencias de la economía española en el ámbito de la formación y en la incorporación de este tipo de trabajadores ya se advertía en secciones previas.

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