LA ECONOMÍA DIGITAL EN ESPAÑA. AVANCES Y RETOS POR REGIONES Y SECTORES
Las nuevas tecnologías digitales se encuentran en el punto de mira por su papel como catalizadoras del crecimiento económico, por su relevancia de cara a mejorar la productividad y por ser la palanca en la que se están apoyando las políticas públicas españolas y europeas, sobre todo tras el impacto de la pandemia y la necesaria reconstrucción con los fondos Next Generation. Sin embargo, no existe una métrica que permita cuantificar la repercusión que tiene la economía que se apoya en la digitalización. La mayoría de las aproximaciones a la importancia de la economía digital emplean indicadores de las distintas dimensiones de la digitalización, y en algunos casos utilizan índices sintéticos que solo recogen información parcial de la digitalización. Este informe presenta una metodología y una base de datos que permiten medir el tamaño de la economía digital analizando su penetración por regiones y en todos los sectores de actividad. La ventaja del método propuesto es que está anclado a la metodología de Cuentas Nacionales, por lo que su medición permite evaluar en qué medida está contribuyendo el avance de las tecnologías digitales al producto interior bruto (PIB). La metodología se basa en el concepto de función de producción, que relaciona los factores de producción con el valor añadido generado. En este marco conceptual, se calcula la remuneración de los factores de producción (capital y trabajo) que están asociados a la digitalización, lo que permite cuantificar la parte del PIB que se debe a la economía digital. La clave es delimitar los factores de producción digitales y determinar la remuneración que perciben. Los bienes de capital que se considera que están asociados a la digitalización son el software (incluyendo las bases de datos), el hardware , las comunicaciones y la I+D. Para el factor del trabajo, se tienen en cuenta los trabajadores que desempeñan ocupaciones
digitales en sus puestos. Dados estos factores, se calcula, a partir de los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Contabilidad Nacional (CNE) y en la Contabilidad Regional de España (CRE), la parte del excedente bruto de explotación (EBE) y de la remuneración del trabajo (RT) que se debe a ellos y la que corresponde al resto de los bienes de capital y de trabajadores. La base de datos elaborada con la metodología propuesta ofrece información del valor añadido bruto (VAB) digital generado en veintiún sectores de actividad de cada región española desde 2011 hasta 2021. También se ofrece información sobre la penetración de la digitalización en el capital (EBE) y en el trabajo (RT). En este último caso, es hasta el año 2022. De esta forma, además de cuantificar la aportación al PIB de la digitalización, es posible estimar la parte que procede de la digitalización en el capital y en el empleo. Digitalización de la economía española en el contexto internacional La economía española ocupa una posición media-alta en el conjunto de países europeos de acuerdo con el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI) 2022 de la Comisión Europea. Esta posición es posible gracias a su elevada digitalización en las Administraciones públicas y en el desarrollo de infraestructuras de conectividad, como la adopción y el despliegue de la banda ancha fija y móvil. Sin embargo, se detectan carencias importantes, como el reducido peso del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la economía (3,1 % en valor añadido y 2,3 % en empleo, frente a la media de la Unión Europea, del 4,3 % y 2,8 % respectivamente) y su menor productividad e inversión en I+D. En general, la menor digitalización se observa en todo el tejido empresarial, pero más entre
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