E s imposible existir sin generar emisiones a la atmósfera: por natu- raleza somos seres que contaminan. Llega la verdad incómoda: sí, nos estamos acabando el mundo. Al menos en México, solo el 5 % de la población ha integrado en su vida diaria el cuidado del medio ambiente, mientras que el 78 % de esta no le da ninguna impor- tancia. Es alarmante nuestro nivel de insignificancia y falta de interés al mayor problema que enfrentamos (y enfrentaremos) como humanidad. Todo el tiempo consumimos, por más que no queramos hacerlo. El proble- ma no es el CO 2 , sino precisamente eso: el consumismo. Ese es el verdadero enemigo. Hemos crecido buscando la comodidad y la conveniencia, por querer pagar menos y obtener un producto más rápido. ¿Dónde entra el CO 2 en esto? Básicamente en todo el proceso: este gas se emite al producir y manufacturar los productos que pedimos, y también en la transportación de estos a nuestras manos. Como puedes ver, las implicaciones son enormes. L O S E D I T O R E S D E 3 6 0 ° U D E M N O S I N V I T A R O N A U N E X P E R I M E N T O : U N D Í A S I N P R O D U C I R E M I S I O N E S D E C O 2 . ¿ Q U É D I J I M O S N O S O T R A S ? T H A N K Y O U , N E X T !
CO 2
Gases que, en exceso en la atmósfera, generan el calentamiento global y, por ende, variaciones en el clima.
¡Y hay más! Los problemas sociales, como la educación y la seguridad, van antes que el cuidado ambiental. A pesar de esto, aún hay esperanza. Como diría Paul Hawken en su libro Drawdown (2017): “Lo que cambia nuestras creencias son nuestras acciones”. Se requiere un cambio de comportamiento individual y tus acciones son más importantes de lo que crees. Por lo mismo, queremos compartirte fragmentos de nuestro experimento (sí, lo hicimos). En cada decisión buscamos actuar desde la conciencia y esperamos que puedas ver lo fácil que es tomar acción ante esta catástrofe climática.
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