A M O R E S V E R D E S
Pero muchos han elegido despertar cada maña- na con la ilusión de que su monstera, ginuras, ficus lyrata , crasas o semilla de aguacate hayan retoñado. Tomarles fotos en todos los ángulos, ponerles música clásica, hablarles y sentir su compañía incondicional. Hablar y preguntar por ellas: ¡qué grande está! ¡Qué linda y radiante! ¡Cómo ha florecido! ¡Ya necesita cambio de maceta! ¡Hay que limpiarle las hojitas y podar las ramas secas! De algún modo, estas nuevas familias multi especies aportan sentido de realiza- ción y propósito, que se evidencia en cada una de las selfies en las que aparecen abrazando a su adorada catathea o amate.
Pero esta afición también tiene su lado gris. “Claro, las cosas pueden salir mal… Muchos creen que tener plantas es fácil, lindo y rápido, pero no siempre es un proceso simple, no es echarles agua de vez en cuando y ya… Llegan las plagas, se marchitan, se ahogan por exceso de agua. Puede ser muy agobiante y genera estrés ver que tu planta no está recibiendo el cuidado necesario. Definitivamente, es una relación de dependencia emocional que permite ver tus carencias”, dice Camila (27 años).
Plantas comunes para tener en casa
La destrucción del planeta también impulsa el amor verde. De acuerdo con la Encuesta Millennial 2019 de Deloitte, el ranking de sus preocupaciones lo lidera el cambio climático, los cuidados del medioambiente y los desastres naturales.
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