T ranspórtate al año 2012. En la tele pasaban la última temporada de Gossip Girl, el crucero Costa Con- cordia naufragó y murieron 400 personas, las Olimpiadas de Lon- dres nos emocionaron durante agosto, Vicente Fernán- dez anunció su retiro de los escenarios (que siempre no) y los Gigantes de Nueva York ganaron el Super Bowl XLVI (otra vez, contra los Patriotas de Brady). Todos tenemos recuerdos predominantes diferentes de ese año, pero si algo trascendió gustos, naciona- lidades y edad fue ese “Oppa Gangnam Style”. Dejá- bamos todo y empezábamos a bailar como si fuera el Payaso de rodeo, de Caballo Dorado. El k-pop irrumpió en la conciencia colectiva oc- cidental en 2012 con esta pegajosísima canción de Psy (“eeeeeh, sexy lady”) y llegó acompañado de un (excelente) video musical con jóvenes de rostros per- fectos, coreografías impecables y —al parecer— el poder de unir a personas y movilizar a las masas: fue el primer videoclip en llegar a los mil millones de vistas en YouTube y “rompió internet” durante varias semanas (su siguiente canción, Gentleman, no tuvo el mismo éxito). 4,172,357,380 Es el número de vistas que tiene el video “Gangnam style” de Psy en YouTube A septiembre de 2021
Este éxito fue el clímax de la orquestación del gobier- no surcoreano para explotar y exportar su cultura. Esos esfuerzos se gestaron desde hace 30 años y se conocen como Hallyu, “ola coreana”. Empezó cuando Seo Taiji and Boys hicieron su debut en 1992 y aceleró la revolución musical en Corea del Sur. Pocos años después, tanto el gobierno como los empresarios se dieron cuenta que la música, las películas, la tele- visión, la moda, la comida —la cultura entera— po- drían convertirse en productos de comercio interna- cional. ¿Sus más recientes éxitos? El boom de las BBQ coreanas, Parasite (el huracán de los Oscar 2020) y, por supuesto, Squid Game , un monstruo de serie que se convirtió en pocas semanas en un fenómeno cultural mundial. Casi una década después del Gangnam Style, es- tamos completamente inmersos en la k-beauty, los k-dramas y, por supuesto, el k-pop de la ola coreana. Bandas como BTS, EXO, Black Pink y Twice se posi- cionaron como fuertes competidores de sus homólo- gos occidentales y ahora dominan, con sus canciones pegajosas y melodías animadas, las listas de popu- laridad y las entregas de premios. Pensarás que el al soft Apuesta ganadora
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