360 UDEM No.6- El k-pop es cosa seria

¿ H U M A N O S A L A B A J A ?

saber si es la ideal para ser el padre o madre de tus hijos”, explica. La edad es otro factor. Según Esteve, el primer hijo de las mujeres europeas llega en promedio a los 29.1 años y, aunque los hombres pueden ser fértiles hasta una edad avanzada, la función eréctil y calidad en la movilidad se reduce después de los 40. “Las parejas deciden retrasar el primer hijo hasta los 30 años, y si tienen la mala suerte de vivir en naciones de alto desempleo, no acaban de reunir las condiciones materiales que les ayuden a dar el paso para ser padres”, advierte Esteve. En cambio, en los países en vías de de- sarrollo, sin importar el contexto económico, las mujeres empiezan a concebir entre los 25 y 28 años y los hom- bres a los 30, lo que aumenta la tasa de natalidad. Europa envejece y España es el país donde nacen menos niños. La migración parece un antídoto per- fecto, como se ha señalado antes. A falta de hombres fértiles en Europa, hay mucho “material” en América, África y Asia, pero este antídoto “natural” parece cho- car con ideas autoritarias. Ante la ola de migrantes sirios y africanos a Europa en años recientes, Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, hizo declaraciones xenófobas que alertaron a más de uno: “En Europa nacen cada vez menos ni- ños. Para Occidente, la solución es la migración. Los húngaros pensamos diferente, no necesitamos cuadrar números, necesitamos niños húngaros”. Si este pen- samiento se extiende hasta convertirse en una política de Estado, ya no estaríamos en Hungría, sino en la República de Gilead creada por Atwood. EL TIC-TOC DEL RELOJ BIOLÓGICO Imaginemos que nuestra inteligencia artificial encuen- tra la manera de procrear de forma asistida, in vitro , con más del 90 % de probabilidades de éxito. La pro- mesa sería que los hijos de los súper sapiens pudieran congelar sus óvulos y espermas hasta la fecha con- veniente para ser padres, digamos 15 o 20 años más

tarde, sin importar su edad u orientación sexual. El siguiente paso sería contar con una app para crear, primero un match genético y posteriormente ges- tar un bebé por diseño, con ADN perfecto, libre de ge- nes incómodos. ¿Último paso? Usar vientre de alquiler instalado en alguno de los países subdesarrollados. Se parece al mundo distópico de la novela de Aldous Hu- xley, Un mundo feliz (1932), o al entorno de la película Gattaca: experimento genético (1997), pero no, es una síntesis de la comunicación institucional de tres presti- giosas clínicas de reproducción asistida en el mundo. Vivo en México, cuya tasa de natalidad es de 2.3 hijos por mujer, y me preocupan más las cuestiones éti- cas de los derechos reproductivos de las mujeres que la baja de espermas de los hombres en países poderosos. ¿Podrías imaginar otro posible relato sobre nuestro fu- turo? ¿ In vitro será el constructo que regirá la forma de procrear y reproducirse en el año 2050 o en el 3000? Quizás en ese asunto de las probabilidades de extin- ción, el inconsciente nos juega a favor y nos hace olvi- dar la única y absoluta certeza que tenemos: Memento mori , “morirás en algún momento”. Escrito así, casi al final de mi relato, suena tremendo, pero justo como he anotado antes, los sapiens tenemos algo a favor cuando se trata de historias: la imaginación y el olvido.

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