ENTREVISTA
Necesitamos que el Gobierno tenga un plan que refleje no el pensamiento de una minoría, sino el de la amplia mayoría que se vio reflejado en la votación de primera vuelta.
nos voceros del Gobierno han difundido en los medios. Pero está claro que hoy tenemos un marco jurídico bajo cuyas normas hemos invertido. El Ejecutivo no puede modificar las reglas de juego y el marco jurídico a sola firma. En todo caso, si la idea del Gobierno es discutir otro marco jurídico, el espacio legítimo en el que tiene que hacerlo es el Parlamento. Y obviamente ahí tiene que haber un debate que debe ser técnico, sustentado y no solo ideológico. ¿Cree que es posible hacer eso hoy, en que la resistencia a la actividad mine- ra promovida por minorías radicales forma parte del discurso del propio Gobierno? Creo que sí. Porque cuando el Gobierno demanda hoy ‘rentabilidad social’ al sec- tor y pide que la inversión minera se in- serte en el desarrollo del territorio, esta- mos hablando de lo que ya hacemos hoy. Un esfuerzo que, contrariamente a lo que hace hoy, el Estado debe promo- ver. En efecto. Porque no se trata solo de que la minería pague más o menos impues- tos, sino de que ese dinero que aporta, que es un bien público, se use de lamejor manera posible, y para eso necesitamos que el Estado tenga planes maestros para cerrar brechas, que comunique esos planes a la población y que se ase- guré de que ese plan se ejecute demane- raordenada. Esoes loquesequiereyeso es lo que, entendemos, está detrás de su concepto de ‘rentabilidad social”.
Se requiere contar con gobiernos que tengan planes viables para cerrar las brechas que existen en el país, y que convoquen a los mejores administradores y gestores públicos para ejecutarlos.
LALECCIÓNDELASBAMBAS
¿Qué puede concluir de la forma en que el Gobierno ha actuado para gestionar el recurrente conflicto de Las Bambas? Que la campaña electoral ya terminó, pero no los gestos electorales. Por- que todos queremos cerrar las brechas que existen en el país, pero eso no se va a solucionar con un discurso o con un decreto. Por el contrario, lo que se requiere es prudencia, sensatez de las autoridades e, insisto, unplanpara lograr que el Estado dote de servicios de calidad a la población. En el caso de Las Bambas, es una población que tiene expectativas altas de mejores ingresos y de empleo. Es alrededor de eso que debe girar la conver- sación; de cómo lograr acuerdos tripartitos, entre la población, la empresa y el Estado, para lograr esos objetivos. Y allí el Estado tiene que ecualizar esas expectativas. Porque, ciertamente, el sector minero es un gran contribuyente y un prota- gonista entre los actores de los territorios enqueopera, pero tiene un rango económico y financiero limitado, por lo que no puede resolver solo y de ma- nera infinita ni eterna esas expectativas. Para eso se requiere del concurso de todas las partes.
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