EDITORIAL
Urgente: Se necesita, definiciones claras para la estabilidad del País
Contra lo que esperábamos, la presen- tación del Premier Guido Bellido en el Congreso –a donde acudió para solici- tar el voto de investidura–, no despejó ninguna de las grandes interrogantes que han provocado diversas iniciativas y propuestas formuladas sobre el sec- tor por parte de autoridades del nuevo gobierno. Y es que, tras más de un mes de Gobier- no, lo que se requería eran precisiones y definiciones específicas respecto a las medidas generales para la industria que anunció el Presidente Pedro Castillo en su discursode asunción demando. Medi- das que, dicho sea depaso, han generado un ambiente de grave incertidumbre en el sector porque comprenden aspectos críticos para la gestión de las empresas mineras, como cambios tributarios y en su estructura societaria. Señalamos esto porque, sobre minería, el Premier hizo solo un anuncio ‘concre- to’: que el Gobierno “pondrá en funciona- miento una Ventanilla única” para “facili- tar la instalación de nuevos proyectos a corto plazo”. Anuncio paradójico, porque tal ventanilla existe hoy. Pero por lo demás, sus referencias al sector se resumieron simplemente en una lista de declaraciones de inten- ción, como que se le aplicará una nueva “contribución a las sobreganancias”; que “promoverá que exista un tren para transportar minerales en el Sur”; que “es- tableceráunnuevopactoentreel gobier- no y las empresas”; que “se establecerán soluciones de largo aliento que eliminen las causas de conflictos”; que se exigirá “garantías reales para el cierredeminas”; y, finalmente, que su gestión volverá “a instalar la armonía con la ‘pachamama’ que existió durantemilenios”. Bellido reiteró esas generalidades sin detallar pasos o plazos para imple- mentarlas; hecho preocupante. Pero,
más preocupante aún, no explicó cómo implementarán las medidas ‘críticas’ mencionadas arriba –anunciadas reite- radamente por Pedro Castillo y Vladimir Cerrón–, respecto a la “nacionalización” de yacimientos mineros; a la exigencia de “rentabilidad social”; aumento de im- puestos para el sector; “renegociación” de contratos; o participación estatal en la propiedad y gestión de “algunas” em- presas mineras. Y ni siquiera hubo una sola palabra sobre la mayor incógnita que esos anuncios han instalado en el sector; esto es, si finalmente se aplica- rán o no esasmedidas. Pese a todo lo enumerado –o precisa- mente por eso–, el Congreso le concedió la ‘confianza’ al Gabinete Bellido por 73 votos a favor y 50 en contra. En la situación de inestabilidad por la que atravesamos, tal decisión es acaso la menos dañina, en cuanto el rechazo habría generado una situación de zozo- bra política que habría profundizado la crisis económica. Este resultado, sin embargo, contrario a ser interpretado como un ‘triunfo’ por el Gobierno, debería llevarlo a enmendar urgentemente las evidentes y flagran- tes, contradicciones, carencias y errores mostrados en su gestión; y, en cuanto a la minería –y la economía en general–, a revertir con acciones concretas la aguda carencia de certeza y claridad de que adolece hoy el marco jurídico en que se desenvolverá el sector –y el país– a futu- ro. Yesque, denohacerlo, soloagudizará el riesgo –ya latente hoy– de retracción y paralización de nuevas inversiones.
RUMBOMINERO
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