sanidad. En el proyecto, se consideró esencial la creación de un nodo central que garantizase la homogeneización de los datos siguiendo unos estándares compartidos por parte de todas las comunidades autónomas. Años más tarde, el Gobierno aprobó la Agenda Digital (2013), en la que se de- finieron los objetivos a alcanzar y las líneas de actuación a seguir para lograr la digitalización sanitaria, las cuales esperaban ser implementadas entre 2014 y 2015. Algunas de las actuaciones que se identificaron fueron la puesta en marcha de la HCD centrada en el usuario, la puesta a disposición de la HCD a los profesionales del SNS y a los usuarios, así como el desarrollo de servicios asistenciales y de gestión basados en la misma y la implantación de la Receta Electrónica en todo el SNS, entre otros. En este sentido, teniendo en cuenta que los elementos más relevantes para lograr una buena digitalización en salud son la telemedicina, la HCD, la receta electrónica y la mHealth, en España aún queda un largo camino por recorrer. A día de hoy, la telemedicina sigue en estado embrionario, aunque cabe des- tacar la labor de algunos centros en la puesta en marcha de este tipo de pro- gramas. Sin embargo, y en líneas generales, la mayoría de iniciativas que se de- sarrollan son programas piloto de transmisión de imágenes e información por internet para el diagnóstico y para situaciones excepcionales en las que resulta difícil y caro implantar la medicina convencional (20. Cardier M. Otología, 2016). En relación a las aplicaciones en salud, España es uno de los países más desa- rrollados en este mercado, principalmente por dos razones: España tiene uno de los mejores sistemas de salud pública del mundo según la OMS y cuenta con una de las mayores penetraciones de Smartphone en Europa (21. AppDate T, 2014). Concretamente, el 24% de la población hace seguimiento de su salud y forma física a través de aplicaciones móviles, siendo los sextos a nivel mundial (22. Redacción médica, 2016). Sin embargo, la mHealth, si lo entendemos como la herramienta que conecta a los pacientes con el sistema sanitario de manera continua, aún se encuentra en un estado muy incipiente. Cabe destacar que sólo dos regiones, Andalucía y Cataluña, han puesto en marcha iniciativas institucionales en materia de regulación de aplicaciones de salud con el objetivo de impulsar la calidad y seguridad en este sector (23. The app date, 2014). La receta electrónica lleva más de una década en funcionamiento, pero hasta 2015 sólo servía para retirar medicinas en farmacias de la comunidad de origen del paciente. Ese mismo año, el Sistema Nacional de Salud puso en marcha un proyecto para permitir la interoperabilidad entre distintas regiones sin ne- cesidad de presentar una receta en papel. Actualmente la interoperabilidad está operativa en todas las regiones menos en la Comunidad de Madrid (24. Gobierno de España, 2018). Por último, la situación actual de la HCD, eje vertebrador de la digitalización en salud, se analiza en detalle en el apartado cinco.
Digitalización en Salud
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