También está en tendencia dejar de hablar de “dueños de animales”, sino más bien de “tutores o cuidadores responsables”. Ojo con la humanización, en una familia multiespecie, está el riesgo de confundir el rol de los animales. Hay actividades y necesidades de cada espe - cie que se deben respetar. Muchas veces, las personas quieren que los animales lle - ven un ritmo o trato como si fueran otro humano, y esto genera ansiedad, recordemos que la humanización también es maltrato animal. Nuestros animales de com - pañía no son pequeños hu - manos con mucho pelo; todo lo contrario, son individuos con necesidades e intereses que deben ser considerados y protegidos. No anteponer nuestros deseos sobre sus necesidades. ¡Bienvenidas sean las familias multiespecie! ¡Bienvenidas sean las familias que desean una crianza consciente, res - petuosa y positiva de niños y animales de afecto!
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