En esta primera etapa del proyecto del colegio, el propio Piwonka se hace cargo del diseño de los relieves en las circulaciones verticales del pabellón de humanidades, además del diseño de baldosas especiales que recubren los muros del colegio. Como parte de este proceso de diseño, Piwonka establece una estrecha colaboración con diferentes empresas, lo que le permite diseñar baldosas especiales con la fábrica Súper, y el diseño de las techumbres especiales de los corredores cubiertos, que flanquean el jardín central del colegio con la empresa Pizarreño. Del mismo modo, Piwonka plantea una serie de imágenes escultóricas no realizadas en diferentes áreas del colegio, diseña mobiliario en diferentes sectores; establece la tipografía de letras de acero en el acceso a la capilla, el diseño de los bebedores, las bancas, los juegos infantiles e incluso el equipamiento de los recintos deportivos. El pabellón de salas de clases para las humanidades era el primero de tres pabellones de salas de clases de características similares. El pabellón representaba una profundización de las ideas formuladas para los pabellones de salas de clases del colegio del Verbo Divino, los cuales configuraban la relación sala-corredor-patio, consiguiendo así salas abiertas, ventiladas y asoleadas. Al igual que en los pabellones de salas de clases del colegio del Verbo Divino, el pabellón presenta en su fachada norte, quiebrasoles, que regulan a través de un cálculo matemático, la entrada del sol a las salas de clases en las diferentes épocas del año. Esta primera etapa del proyecto del colegio se completa con el diseño de los parques y jardines. El jardín central del colegio es proyectado por Paz Echeverría, cuñada de Emilio Duhart, a fines de 1960 debido seguramente a la muerte de Oscar Prager ese mismo año. Se repetiría de esta manera la estrategia de incorporar el paisajismo como una de las premisas del proyecto, tal como había ocurrido con la participación de Prager en los parques y jardines del colegio del Verbo Divino. El jardín, cuidadosamente diseñado por Paz Echeverría presenta la acertada disposición de Jacarandás, Liquidambars y diferentes tipos de Magnolinas, entre otras especies. Una laguna rodeada de piedras y grandes rocas dispuestas como menhires en diferentes sectores terminan de configurar el sector central del colegio. Asimismo, interviene el paisajista de origen japonés Luis Nakagawa en 1962, realizando el diseño del jardín de rosas entre el auditorio y las preparatorias, y a quien se le atribuye el jardín seco en la entrada del colegio. En una segunda etapa del desarrollo del colegio y con los otros edificios aún en construcción, se desarrollan a partir de 1960 el proyecto de las preparatorias y un nuevo edificio para la administración. Se producían en este punto, las primeras modificaciones significativas al anteproyecto original. Las preparatorias pasan de ser un pabellón único y asilado, a una configuración de salas con patios independientes, ordenadas a través de un sistema de corredores y patios cubiertos. La disposición de las salas de clases se configuran a través de patios intercalados, donde cada sala es independiente y con un patio exterior cubierto por parrones, que permitía además controlar el asolamiento al interior de las salas, y en los corredores y los patios cubiertos otorgar espacios de recreación en los días de lluvias. La ampliación de esta sección es completada a partir de 1964. Es evidente la cercanía de esta propuesta para las salas de clases con la planteada por Josep Lluis Sert y Paul Lester Weiner para las escuelas primarias en el proyecto no construido de la Cidade dos Motores en 1946, e incluso puede encontrar un paralelo a nivel local con uno de los anteproyectos de Larraín-Duhart para las preparatorias de la Alianza Francesa. La participación de Piwonka continuaría luego con la construcción sucesiva del pabellón para la nueva administración, y la primera etapa de la comunidad en 1962, esa sección se completaría con un jardín diseñado por Paz Echeverría en 1963. Este incluía un paseo para los religiosos, además de una sofisticada arborización en base a 60 especies diferentes. Se construiría además en 1967, un pabellón con un programa mixto, que incorporaba al equipamiento del colegio más salas de clases, laboratorios y la biblioteca. Este pabellón incorporaba un mural abstracto en el acceso a la biblioteca ganado, en un concurso promovido por Piwonka entre los alumnos de la Escuela de Arte por Francisca Délano en 1970. Por último, en 1970 se completa la sala de uso múltiple, última construcción de Piwonka en el colegio antes del abandono definitivo del proyecto en 1972 (19) .
Fotografía: Cristóbal Molina.
Archivos Originales FADEU - PUC.
Fotografía: Cristóbal Molina.
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