Revista AOA_06

construcción, es decir antes de haberlo acabado debido a cambios de proceso médico o de equipo. La flexibilidad dada tanto por una crujía estructural con el mínimo de columnas, la existencia de un espacio técnico generoso, el diseño de una fachada genérica capaz de adaptarse a cualquier tipo de distribución en planta, la claridad circulatoria que separe sin cruces o intersecciones los distintos flujos circulatorios, son algunos de los principios básicos para lograr esta flexibilidad. Los hospitales de Menorca, el Heca de Rosario, Argentina o el de Mollet en Cataluña, son ejemplos de estos principios. La remodelación o crecimiento deberá poder efectuarse por sectores independientes, sin interferir en el funcionamiento del hospital: ¿cómo lograrlo? No hay una respuesta única al problema, depende de cada caso específico. En términos generales preferimos el crecimiento en horizontal al crecimiento en altura, por lo que el sistema debería ser abierto para conseguirlo, cosa que es muy difícil de obtener. La remodelación de un sector en el tipo de hospital horizontal como el Hospital de Menorca por ejemplo, es mucho más fácil debido a la sectorización de las áreas funcionales que pueden ser remodeladas sin grandes interferencias en el conjunto del hospital. La existencia de una planta de instalaciones entre la planta ambulatoria y la planta de hospitalización, como en el caso del Heca de Rosario o el de Mollet en Cataluña permite la remodelación o la introducción de nuevas instalaciones con un mínimo de molestias a los pacientes y usuarios. Sin embargo podemos asegurar que en los hospitales de hoy es mucho más importante la tendencia a la remodelación de servicios e instalaciones que al crecimiento, a menos que estemos hablando de una construcción por etapas previstas desde el inicio del proyecto. ¿Qué entiende por atención progresiva del paciente? Hoy día se aplica con toda su reglamentación y criterio, para dar atención al paciente, de acuerdo a su creciente complejidad patológica. La atención progresiva significa que la hospitalización del paciente no se realiza por su patología médica, sino por su estado y necesidad de atención sanitaria.

En el Hospital Heca de Rosario los grados de cuidado fueron:

1 – Críticos: Ya sea por la atención de urgencia o por su estado posquirúrgico. Es la tradicional unidad de cuidados intensivos, llevados a nivel de unidad de hospitalización. 2 – Cuidados medios: Estos son pacientes que vienen de la unidad de críticos en su proceso de mejora, de la unidad quirúrgica o de urgencias y no pueden desenvolverse por si solos y aunque no están en estado crítico necesitan atención del personal de enfermería tanto para medicación, cura o tratamientos intensivos en sus habitaciones y que para su movilidad tanto para asearse, comer o moverse necesitan la atención de las enfermeras. 3 – Cuidados mínimos: Son enfermos que han progresado hasta tener una capacidad de autosuficiencia en sus necesidades, pero que necesitan de un período de control y medicación previo a su alta. Su permanencia es siempre más corta que en las dos otras hospitalizaciones y se caracteriza por esa autonomía de movimientos. Nosotros creemos que esta forma de hospitalización es eficiente para hospitales monográficos, emergencias, traumatología, oncológicos, pero no resulta tan recomendable para los hospitales generales. Así vemos que el Heca de Rosario, es un hospital de emergencias y está organizado por grados de cuidado, pero que los hospitales de Menorca y Mollet, como hospitales generales, están organizados según la patología médica del enfermo o su especialización como pediatría por ejemplo.

Ampliación Virgen de La Cinta

Tortosa, España, 1985. Arquitectos: Mario Corea Aiello y Lluis Morán Molins.

Arquitectos Colaboradores: Francisco Gallardo/Diego Nakamatsu (coautores), Evangelina Dania, Claudio González, Margarita Maré, Mariana Oggero. Estructura: Ingeniería y Arquitectura Europea. Superficie Construida: 7.650M2.

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