El deseo de tener su propia familia
Cuando le pedimos a Laura que se describiera a sí misma solo con tres adjetivos, no utilizó palabras que resaltaran sus logros, su pasión o sus habilidades. Los adjetivos que usó son empática , trabajadora y humilde . Su naturaleza empática, trabajadora y humilde se forjó desde su juventud. “Era la mediana de cinco hermanos y mi hermana pequeña tenía autismo”, dice Laura. “En esa época, el autismo no era muy conocido, así que no sabíamos qué era lo que causaba sus problemas de comportamiento. No podíamos dejarla sin supervisión y tampoco podíamos ir a ninguna parte todos en familia. Alguien tenía que quedarse siempre con ella. Muchas festividades las pasamos en hospitales. Cuando estábamos en la primaria, con frecuencia me sacaban de clases para que fuera a ayudarla y calmarla porque sus maestros no sabían qué hacer”. Cuidar de alguien con autismo grave no es tarea de niños, lo cual obligó a Laura a asumir un papel de adulta desde temprana edad. “Me sentía invisible cuando estaba creciendo”, cuenta. Dada su infancia, el mayor sueño de Laura parece dolorosamente conmovedor. Anhelaba tener su propia familia y criar a sus hijos a su manera; soñaba con poder salir todos juntos y tomar unas vacaciones familiares, por sencillas que fueran. Por más que amaba profundamente a su hermana, ansiaba tener el control de su vida e ir en pos de sus sueños, en vez de estar limitada por las necesidades de su familia. A pesar de que Laura era bastante joven cuando nació su primera hija, estuvo encantada de embarcarse en su sueño de ser madre. Por desgracia, no pasó mucho tiempo para que la violencia de un esposo abusivo hiciera pedazos su anhelo de tener una familia feliz. En esa época, la casa de Laura era como una zona de combate.
empática, trabajadora y humilde
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