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ESCENA/31

el horizonte

TESOROS DE LA HISTORIA Fin de semana del 27 al 29 de junio de 2025

DEVELAN OBRAS RESTAURADAS DE RAFAEL

Los Museos Vaticanos presentan las salas de recepción del Palacio Apostólico, tras 10 años de restauración de las obras del fallecido artista

fael y sus estudiantes a partir del primer cuarto del siglo XVI, está dedicada al em- perador romano del siglo IV, Constantino, cuya adopción del cristianismo ayudó a difundir la fe por el Imperio Romano. El Papa Julio II convocó a Rafael San- zio desde Florencia a Roma en 1508 para decorar un nuevo apartamento privado para él en el Palacio Apostólico, otorgan- do al entonces pintor y arquitecto de 25 años una importante comisión en el apo- geo de su producción artística. Había informes de que Rafael había querido decorar las salas no con frescos, sino con pintura al óleo sobre la pared, para dar a las imágenes un mayor brillo. La restauración de diez años de la Sala de Constantino demostró que esos infor- mes eran correctos, dijo Fabio Piacentini, uno de los restauradores. Se descubrió que dos figuras femeni- nas, Justicia y Cortesía eran en realidad pinturas al óleo sobre pared y ahora se si- guió esa misma línea.

REDACCIÓN El Horizonte L os Museos Vaticanos develaron la última y más importante de las Sa- las de Rafael restauradas, las salas de recepción del Palacio Apostóli- co que, en algunos aspectos, rivali- zan con la Capilla Sixtina. Un proyecto de una década para lim- piar y restaurar la más grande de las cua- tro Salas de Rafael descubrió una nove- dosa técnica de pintura mural que el re- nombrado pintor y arquitecto renacen- tista comenzó, pero nunca completó: el uso de pintura al óleo directamente so- bre la pared, y una cuadrícula de clavos incrustados en las paredes para sostener la superficie de resina sobre la que pintó. Los funcionarios de los Museos Va- ticanos relataron los descubrimientos ayer al reinaugurar la sala, conocida como la Sala de Constantino. La sala de recepción, pintada por Ra-

CULTURA

Siguiendo al Papa El Papa León XIV: Cada vez que realizamos un acto de fe dirigido a Jesús, se establece un contacto con Él e inmediatamente su gracia sale de Él. A veces no nos damos cuenta, pero de una forma secreta y real la gracia nos alcanza y lentamente trasforma la vida desde dentro. POR ANAM CARA

padre la noticia que su hija había muerto. Jesús le dice: “¡No temas, basta que creas!”(v. 36). Luego fue a su casa y, viendo que todos llor- aban y gritaban, dijo: “La niña no está muerta, sino que duerme” (v.39). Luego entra donde está la niña, le toma la mano y le dice: “Tali- tá kum”, “¡Niña, levántate!”. La muchacha se levanta y se pone a caminar (cfrvv. 41-42). Aquel gesto de Jesús nos mues- tra que Él no sólo sana toda enfer- medad, sino que también despier- ta de la muerte. Para Dios, que es Vida eterna, la muerte del cuerpo es como un sueño. La muerte verdadera es aquel- la del alma: ¡de esta debemos te ner miedo! Un último detalle: Jesús, luego de haber resucitado a la niña, dice a los padres que le den de comer (cfr v. 43). Esta es otra señal muy concreta de la cercanía de Jesús a nuestra humanidad. Podemos también en- tenderlo en sentido más profundo y preguntarnos: ¿cuándo nuestros muchachos se encuentran en crisis y tienen necesidad de nutricióne- spiritual, sabemos dársela?

personas lo tocaban, pero a ellos no les pasó nada. En cambio, cuando esta mujer toca a Jesús, se sana. ¿Dónde está la diferencia? Comentando este punto del texto, San Agustín dice – en nombre de Jesús –: "La multi- tud apretuja, la fe toca" (Sermones 243, 2,2). Y así: cada vez que realizamos un acto de fe dirigido a Jesús, se establece un contacto con Él e in- mediatamente su gracia sale de Él. A veces no nos damos cuenta, pero de una forma secreta y real la gracia nos alcanza y lentamente trasforma la vida desde dentro. Quizás también hoy tantas per- sonas se acercan a Jesús de manera superficial, sin creer de verdad en su potencia. ¡Caminamos la superficie de nuestra iglesia, pero quizás el corazón está en otra parte! Esta mujer, silenciosa y anónima, derrota a sus temores, tocando el corazón de Jesús con sus ma- nos consideradas impuras a causa de la enfermedad. Y he aquí que inmediatamente se siente cura- da. Jesús le dice: ”Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz” (Mc 5,34). Mientras tanto, llevaron a aquel

Del 20 al 26 de junio del 2025

AUDIENCIA GENERAL.- Q Jesús como señal de esperanza. En Él hay una fuerza que nosotros también podemos experimentar cuando entramos en relación con su Persona. Una enfermedad muy difundida en nuestro tiempo es el cansancio de vivir: la realidad nos parece de- masiado compleja, pesada, difícil de afrontar. A veces nos sentimos bloquea- dos por el juicio de aquellos que pretenden colocar etiquetas a los demás. Estas situaciones puedan cotejarse con un pasaje del Evan- gelio de Marcos: aquella de una ueridos hermanos y her- manas, hoy meditamos sobre las curaciones de

logra acercarse a Jesús y tocar su manto (v. 27). Con gran valentía esta mujer ha tomado la decisión que cambia su vida: todos seguían diciéndole que permanezca a distancia, que no se deje ver. La habían condenado a quedarse escondida y aislada. A veces también nosotros podemos ser víctimas del juicio de los demás, que pretenden co- locarnos un vestido que no es el nuestro. Aquella mujer embo- ca elcamino de la salvación cuan- do germina en ella la fe que Jesús puede sanarla: entonces encuen- tra la fuerza para salir y buscarlo. Al menos quiere llegar a tocar sus vestidos. Alrededor de Jesús había una muchedumbre, muchas

niña de doce años, que yace en su lecho enferma a punto de morir; y aquella de una mujer, que, pre- cisamente desde hace doce años, tiene perdidas de sangre y busca a Jesús para sanarse (cfr Mc 5,21- 43). Entre estas dos figuras femeni- nas, el Evangelista coloca al per- sonaje del padre de la muchacha: él no se queda en casa lamen- tándose por la enfermedad de la hija, sino sale y pide ayuda. Y cu- ando le vienen a decir que su hija ha muerto y es inútil disturbar al Maestro, él sigue teniendo fe y continúa esperando. El coloquio de este padre con Jesús es interrumpido por la mujer que padecía flujo de sangre, que

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