Prevención | 18
Unión Europea, aproximadamente 1 caso cada 100.000 vacunados. Por eso, se la utiliza evaluando de forma permanente sus benefi - cios y riesgos, como en todas las vacunas. La Argentina es uno de los diez países del mundo que fabrica el principio activo de la vacuna de AstraZeneca, que luego envasa en México el Laboratorio Liomont. A diferencia de las vacunas anteriores, la Sputnik V tiene dos componentes: el adeno - virus 5 en la primera dosis y el adenovirus 26 en la segunda dosis, que se aplica a los 28 días de la anterior. Fue la primera vacuna a la cual el país tuvo acceso para proteger a la población general, y se demostró que es efectiva para prevenir las formas graves de la COVID-19. El grupo de vacunas con vectores virales se completa con la que produce el laboratorio CanSino. Es una de las tres vacunas contra el coronavirus desarrolladas en China y em - pleadas en América Latina. Las otras dos son la vacuna inactivada de Sinopharm y la fabricada por Sinovac, no disponible en la Argentina. Todas ofrecen una alta protec - ción frente a las formas graves de la COVID-19, hospitalizaciones y muertes. Las vacunas contra el SARS-CoV-2 pueden aplicarse en forma combinada (esquemas heterólogos) e, incluso, junto con otras vacu - nas, como la antigripal. Se recomienda que las personas gestantes se vacunen contra la COVID-19 en cualquier trimestre del embarazo. Gripe y vacunas antigripales La gripe o influenza es una enfermedad respiratoria de importancia mundial, cau- sada por tres tipos de virus de la gripe: A, B y C. Las epidemias anuales se deben a los virus A y B. Desde 1977 hasta 2010, los virus A(H1N1) y A(H3N2), junto con el B, circularon de forma global. En 2013, se detectó en China un nuevo virus de influenza aviar, A(H7N9). En 2022, se registró en la Argentina un aumento de la actividad del virus A(H3N2). Durante los últimos años, se ha incrementa - do la circulación del virus B, que se subcla- sifica en dos linajes llamados Victoria y
Yamagata. El linaje B predominante puede variar de una región a otra en la misma temporada. Por eso, son una buena herramienta las vacunas que protegen contra ambos linajes. Una de las propiedades más notables del virus de la gripe es su capacidad para cambiar las características antigénicas. Así, al ir mutando, el sistema inmunitario deja de reconocerlo, y se favorece la infección. Estas variaciones explican las epidemias y pandemias, y la necesidad de vacunarse todas las temporadas otoño-invierno , ya que se modifica de año a año la composición de la vacuna para adecuarla a los virus que circulan con más frecuencia. El período de incubación de la gripe es de uno a cuatro días, y la enfermedad suele durar de cinco a siete días, aunque puede extenderse hasta dos semanas. Los sínto- mas habituales son fiebre, dolor muscu - lar, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de garganta, tos seca y malestar general. Es posible que los adultos mayores no tengan fiebre, pero presenten manifesta - ciones neurológicas como confusión o una sensación intensa de falta de fuerza, llamada “astenia”. Las complicaciones u hospitalizaciones son más frecuentes en mayores de 65 años, personas gestantes y personas con diabetes, enfermedades cardiovascu - lares o broncopulmonares. El primer grupo suele ser el más afectado durante las epidemias, aunque en 2009, durante la última pandemia de gripe A(H1N1), fue mayor la cantidad de personas jóvenes sin factores de riesgo, gestantes o con obesidad que tuvieron complicaciones o debieron recibir atención en centros médicos. Durante los últimos meses, el mayor número de casos de gripe en la Argentina corresponde a menores de 5 años y a jóvenes de 25 años a 34 años. Las vacunas antigripales disponibles en 2022 en la Argentina son inactivadas, es decir, contienen el virus completo, pero tratado previamente para que no pueda provocar la enfermedad. Algunas prote - gen contra tres tipos del virus, A(H1N1),
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