Marihuana ayer y hoy Antes de 1990, el contenido de THC en la marihuana solía ser alrededor del 2-4%. En 2017, en los estados donde hay tiendas que venden marihuana legalmente al público, el contenido de THC ha aumentado a aproximadamente 28%. Esto significa que el contenido de THC entre la marihuana usada en 1990 y la actual es alrededor de 14 veces más potente. Si la concentración de alcohol en la cerveza aumentara de la misma manera, tomar una cerveza hoy equivaldría a tomar cerca de 14 cervezas en 1990. Los aceites de marihuana que tienden a ser vapeados tienen concentraciones mucho más altas de THC (generalmente alrededor del 95%). Estos son más de 100 veces más potentes que la marihuana de la década de 1990. Lo que todo esto significa es que la marihuana de hoy en día no es la misma droga que la que muchos padres podrían haber experimentado cuando eran jóvenes. La potencia adicional en la marihuana de hoy en día resulta en efectos extremadamente diferentes en el cuerpo que hace años. Esta es la razón por la que los profesionales de la salud están reportando mayores ocurrencias de consumo de marihuana, lo que resulta en un aumento de la frecuencia cardíaca y la bronquitis; el cáncer; la ansiedad, y el sueño y la fatiga. El consumo regular o frecuente también puede resultar en cambios en la función cerebral, enfermedad mental (depresión, esquizofrenia), y adicción. ¡Sí, la marihuana de hoy es altamente adictiva!
La marihuana, los jóvenes y el cerebro Los cerebros de los jóvenes continúan desarrollándose hasta mediados de la década de los 20 años. Cambios en el cerebro en la preadolescencia y primeros años de la adolescencia traen como consecuencia cambios corporales (crecimiento en altura, peso, y madurez del cuerpo), emocionales (estar en mejor capacidad de regular sentimientos y estados de ánimo), e intelectuales (estar en capacidad de tomar mejores decisiones y de resolver problemas). La marihuana afecta el cerebro de los preadolescentes de una manera diferente que los adultos debido a que su cerebro no está completamente desarrollado. Las investigaciones han mostrado que los adolescentes que consumen marihuana tienen más probabilidades de reportar disminuciones en el volumen cerebral, menor calidad de atención, de habilidades verbales y de comportamientos de autorregulación. Los estudios también han demostrado que los efectos de la marihuana en la función cerebral no se pueden revertir. MEDIDAS DE ACCIÓN: Recomendamos que los padres utilicen preguntas que comiencen con cómo, qué , y por qué para involucrar a sus hijos preadolescentes en conversaciones sobre cómo funciona la marihuana en el cuerpo. Veamos algunos ejemplos: ¿ Cómo crees que afecta la marihuana al cuerpo o al cerebro de una persona joven?
¿ Qué te hace pensar eso?
¿ Qué le podría pasar a un preadolescente después de consumir marihuana que podría preocuparte a ti? ¿ Por qué crees que algunas personas piensan que la marihuana no es peligrosa?
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