ESCENA/31
el horizonte
Fin de semana del 6 al 8 de junio de 2025
RICHFIELD Desde Guadalupe, Nuevo León, Richfield es una banda que nació en un cuarto, entre amigos que comparten la mis- ma pasión por el rock clásico y el metal: Mario Hernández (guitarrista), Roberto Hernán- dez (baterista) y Luis Álvarez (vocalista y bajista). Después de años de ir per- feccionando covers de Black Sabbath, Nirvana, Iron Maiden y Pearl Jam, han dado el salto a crear su propio material. Este concierto marca su de- but oficial con el público que asista al concierto, y promet- en una descarga de potencia, nostalgia y autenticidad con temas como Surgery of Pain y Eternal Rebellion.
LOPMAN
Esta joven banda regiomontana, con- formada por los hermanos Caro, Isaac Lopman, Sebastián y Eliseo Lopman, fusiona el poder del rock con brillo de los años 80 y la frescura del pop con- temporáneo. De acuerdo con sus seguidores, su
estilo recuerda a Mötley Crüe, Duran Duran y Soda Stereo, pero también bebe de influencias mexicanas como Moderatto y Zoé. Han pisado varios escenarios de festivales como el Irish Beer Fest y el Oktoberfest, llegan con la fuerza de una nueva generación.
Las bandas Lopman, Richfield y Le Fruit Company se presentarán mañana por la noche, en la explanada del Museo de Historia Mexicana las 19:30 horas, y contará con la par- ticipación de las bandas Lopman, Richfield y Le Fruit Company (LFC), las cuales ofrecerán su propuesta musical en la explanada del museo. Las tres bandas subirán al esce- nario para rendir homenaje a las le- yendas del rock, con versiones e in- terpretaciones en inglés y español que harán vibrar a los asistentes. ¡No te lo pierdas! INVITACIÓN PARA TODO PÚBLICO ¡TODOS A ROCKEAR! REDACCIÓN El Horizonte E l Museo de Historia Mexica- na invita a disfrutar de la His- toria Viva del Rock en Mon- terrey, un concierto en el que la música será una memoria viva, energía compartida y pasión por el sonido del rock. El evento se realizará mañana, a
LE FRUIT COMPANY (LFC)
Con más de cuatro décadas de histo- ria, LFC es una le yenda del rock del noreste mexicano. Pioneros en cantar hard rock en espa- ñol, su música mez- cla metal, blues,
jazz y country, con una energía críti- ca y poética que se remonta a su nombre, inspirado en Pablo Neruda. LFC ha hecho historia en escenarios como el Café Igua- na, el Parque Fundidora y la Monumental Plaza de Toros Monterrey. En la actualidad, Ángel Elizondo, Mario Navar- ro, Polo Rincón, Luis Maraz y Ernesto Cortés, con nuevos sencillos en plataformas digitales y un álbum en camino, siguen tan vigentes como siempre.
Siguiendo al Papa El Papa León XIV: Quisiera decir, especialmente a los jóvenes, que no esperen, sino que respondan con entusiasmo al Señor que nos llama a trabajar en su viña. ¡No lo pospongas, arremángate, porque el Se- ñor es generoso y no te decepcionará! Trabajando en su viña, encontrarás una respuesta a esa pregunta profunda que llevas dentro: ¿qué sentido tiene mi vida? POR ANAM CARA
llamado personalmente a los tra- bajadores, conoce su dignidad y, en función de ella, quiere pagar- les. Y da a todos un denario. El relato dice que los traba- jadores de la primera hora se sienten decepcionados: no lo- gran ver la belleza del gesto del amo, que no ha sido injus- to, sino simplemente generoso; que no ha mirado solo el méri- to, sino también la necesidad. Dios quiere dar a todos su Reino, es decir, la vida plena, eterna fel- iz. Y así hace Jesús con nosotros: no establece un ranking, sino se dona enteramente a quien le abre su corazón. A la luz de esta parábola, el cristiano de hoy podría caer en la tentación de pensar: «¿Por qué empezar a trabajar enseguida? Si la remuneración es la misma, ¿por qué trabajar más?». A estas dudas San Agustín respondía así: «¿Por qué tar- das en seguir a quien te llama, cuando estás seguro de la re compensa, pero incierto del día? Cuida de no privarte, por tu di- lación, de lo que Él te dará según su promesa».
sale también a las cinco. Los jornaleros que se habían quedado en la plaza del merca- do probablemente habían perdi- do toda esperanza. Ese día había sido en vano. Pero alguien siguió creyendo en ellos. ¿Qué sentido tiene contratar trabajadores sólo para la última hora de la jornada laboral? ¿Qué sentido tiene ir a trabajar sólo por una hora? Sin embargo, incluso cuando nos parece que podem- os hacer poco en la vida, siempre vale la pena. Siempre existe la po- sibilidad de encontrar un sentido, porque Dios ama nuestra vida. Y aquí es donde se ve la originali- dad de este amo, al final del día, a la hora de pagar. Con los pri meros trabajadores, los que van a la viña al amanecer, el amo había acordado una paga de un denar- io, que era el coste habitual de una jornada de trabajo. A los demás les dice que les dará lo que sea justo. Y aquí es donde la parábola vuelve a pro- vocarnos: ¿qué es justo? Para el dueño de la viña, es decir, para Dios, es justo que cada uno ten- ga lo necesario para vivir. Él ha
AUDIENCIA GENERAL Q ueridos hermanos y her- manas, deseo detenerme una vez más en una parábola de Jesús. También en este caso, se trata de un rela- to que alimenta nuestra esperan- za. A veces, en efecto, tenemos la impresión de que no encontra- mos sentido a nuestra vida: nos sentimos inútiles, inadecuados, como los obreros que esperan en la plaza del mercado a que al- guien los contrate para trabajar. Pero a veces el tiempo pasa, la vida transcurre y no nos senti- mos reconocidos ni apreciados. La metáfora de la plaza del mercado es muy adecuada tam- bién para nuestros tiempos,
sonalmente a buscar a sus ob- reros. Evidentemente quiere es- tablecer con ellos una relación personal. Como decía, se tra- ta de una parábola que da espe- ranza, porque nos dice que este amo sale varias veces a buscar a quienes esperan dar sentido a sus vidas. El amo sale al amane cer, y, luego, cada tres horas, vuelve a buscar obreros para enviarlos a su viña. Siguiendo este ritmo, después de salir a las tres de la tarde, ya no habría razón para salir de nue- vo, porque la jornada laboral ter- minaba a las seis. Mas este amo incansable, que quiere a toda costa dar valor a la vida de cada uno de nosotros,
porque el mercado es el lugar de los negocios, donde, lamentable- mente, también se compran y se venden el afecto y la dignidad, tratando de ganar algo. Y cuan- do no nos sentimos apreciados, reconocidos, corremos el riesgo de vendernos al mejor postor. El Señor, en cambio, nos recuer- da que nuestra vida vale, y su de- seo es ayudarnos a descubrirlo. En la parábola que comenta- mos hoy, unos jornaleros espe- ran a que alguien los contrate para ese día. En el capítulo 20 del Evangelio de Mateo, aquí en- contramos un personaje que se comporta de manera insóli- ta, que asombra e interpela. Es el dueño de una viña, que sale per-
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