Gabriela López Portillo
El objetivo general de mi trabajo como artista es involucrar al cuerpo humano haciendo una investigación plástico-escultórica sobre la identidad individual, principalmente mediante la utilización del cabello como material, pienso que esto es posible porque el cabello es parte de las vivencias personales de todo ser humano. Las obras con cabello conforman la investigación sobre las posibilidades expresivas de esa parte de nuestro cuerpo, respetando su naturaleza, carácter y plasticidad. Se trata entonces de manifestar la naturaleza humana en una obra escultórica. Hacer algo que, desde el material hasta la concreción final pertenezca al ser humano como organismo viviente. Si el escultor usa su propia fuerza física para hacer su trabajo y esto queda marcado en las piezas resultantes, ahora, pretendo que el mismo material provenga de nuestra propia existencia. Es el hecho de usar como materia plástica nuestra propia materia; así se toca el punto de la identidad del ser humano y del cabello como existencia. Un vestido hecho del material de nuestro propio cuerpo parece un símbolo apropiado de la extraña y compleja relación que tenemos con nosotros mismos. La idea de una relación natural con el cuerpo es, evidentemente, una construcción social, una ilusión. Nuestra relación con el cuerpo, y sobre todo al cuerpo de la mujer, está en todo momento mediado por múltiples y sobrepuestas valoraciones culturales; con el cabello manifestamos esto todos los días. Las obras hechas con cabello, comparten ciertas características conceptuales y técnicas en cuanto a la elaboración, hay piezas que incorporan cabello, pero son diferentes de las constituidas por completo de este material.
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