Conducción bajo la influencia de sustancias La conducción bajo la influencia de sustancias puede consistir en varios factores. Es ilegal en todos los estados de EE.UU. conducir con una concentración de alcohol en la sangre (BAC) igual o mayor a 0,08. También es posible estar incapacitado por una combinación de alcohol y otras drogas, o de drogas por sí solas. Las drogas ilegales, al igual que algunas de las de venta bajo fórmula médica, pueden causar un deterioro de las capacidades, convirtiendo en un peligro conducir bajo sus efectos. La mayoría de los delitos de conducción bajo la influencia de sustancias son juzgados como una violación de las leyes estatales y, por lo tanto, considerados crímenes contra el estado. Éste es responsable de entablar una acción judicial contra el delincuente por cometer un crimen y de intentar obtener una condena. El fiscal representa el caso del estado contra el acusado. No es el abogado personal de la víctima/sobreviviente. En los casos criminales, las víctimas/sobrevivientes usualmente no tienen sus propios abogados. Cuando el delito ocurre en territorio federal, un tribunal federal puede presidir sobre un caso de conducción bajo la influencia de sustancias y un fiscal federal puede ser asignado para hacerse cargo del caso. Cuando alguien viola la ley y conduce bajo la influencia de sustancias, puede lastimar o herir a alguien más si causa un accidente. Cuando esto ocurre, el fiscal del caso puede determinar que hay suficiente evidencia para imputar delitos adicionales a la conducción bajo la influencia (DUI). Los cargos pueden incluir Homicidio vehicular sin premeditación (cuando alguien es asesinado) o Agresión vehicular (cuando alguien resulta lastimado). El estado tiene la responsabilidad de procesar al delincuente por una ofensa criminal.
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