La internacionalización de las universidades españolas como prioridad
Alfonso Gentil, director del SEPIE
Las universidades españolas, en estos últimos años, han dado un salto muy significativo en la calidad y competitividad, tanto a nivel docente como investigador. Nuestro país ha obtenido magníficos resultados en las acreditaciones de los títulos y profesorado y hemos conseguido situarnos en buenas posiciones en los rankings más prestigiosos mundiales. De ello ha sido testigo el organismo que dirijo, el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), adscrito al Ministerio de Universidades. El SEPIE actúa como Agencia Nacional para la gestión, difusión y promoción del programa Erasmus+ en el ámbito de la Educación y la Formación, además de otras iniciativas y programas educativos europeos. Asimismo, coordina y participa en proyectos nacionales e internacionales y contribuye a una mayor proyección internacional del Sistema Universitario Español y de su oferta. Desde la visión global que me permite el trabajo diario en el SEPIE, ofreceré un análisis de los retos a los que se enfrentan nuestras universidades en su objetivo de aumentar su presencia en la internacional. La participación de España en el programa Erasmus+ de la Unión Europea es decidida y ambiciosa, y asciende de manera constante año tras año. Volvemos a ser el primer país de destino de estudiantes Erasmus+ de educación superior, y recibe 77.406 estudiantes, muy por delante de Alemania, Francia o Italia, y segundo país emisor de estudiantes Erasmus+ de educación superior 1 . Asimismo, las actuaciones de las universidades para posicionarse en un mundo globalizado cada vez más competitivo no han quedado circunscritas únicamente a la movilidad estudiantil, sino que nuestros centros universitarios han desarrollado modernos programas de internacionalización acordes al mundo globalizado en el que vivimos. Así, en los últimos 11 años, la evolución del número de alumnos extranjeros matriculados en el Sistema Universitario Español más allá de los programas de movilidad ha experimentado un fuerte crecimiento; los estudiantes en grado se han multiplicado por 1,7 (hasta más de 84.000) y los de máster casi han triplicado su número (hasta cerca de 62.000), situándose el número total en más de 172.455, que representan el 10,2 % sobre la totalidad de alumnos en el Sistema Universitario Español 2 .
A pesar de los éxitos del Sistema Universitario Español en materia de internacionalización, debemos ser conscientes de que, en mundo interconectado como en el que vivimos, debemos redoblar los esfuerzos para desempeñar un papel significativo en el escenario mundial. Por ello, me gustaría señalar, a continuación, algunos de los retos que afronta nuestro sistema universitario y que son claves para ampliar su margen de influencia y acción internacional. En primer lugar, para poder avanzar en la mejora de la capacidad de influencia y acción de nuestras universidades, debemos hacerlo de una forma coordinada y conjunta. La elaboración de una nueva estrategia de internacionalización del sistema universitario se erige, por ello, como una tarea ineludible. Un marco común permitiría la captación internacional de talento que podría potenciarse más aún con una importante asignación de recursos, en especial creando un fuerte programa de becas para atraer talento a nuestras universidades. Para obtener buenos resultados es necesaria igualmente una planificación estratégica de internacionalización clara que priorice acciones que repercutan en el buen funcionamiento de las universidades a nivel local, nacional e internacional. Un primer paso en esta dirección fue el informe Estrategia para la Internacionalización de la Universidad Española 2015-2020 del Ministerio de Educación. El documento se basaba en un concepto de internacionalización amplio, más allá de la mera movilidad de estudiantes y la firma de acuerdos internacionales, poniendo el foco en aspectos tales como la internacionalización del currículum formativo, la internacionalización de la investigación, las titulaciones internacionales conjuntas o los campus transnacionales. Además, algunas universidades han empezado estrategias de captación internacional de grado y posgrado, especialmente las universidades privadas, las escuelas de negocios y algunas universidades públicas. Sin embargo, la mayoría han hecho movimientos muy tímidos en esta dirección debido en parte a la falta de recursos o de personal especializado en estas materias. En este contexto son esperanzadoras las actuaciones que prevé la reciente Ley Orgánica 2/2023, del Sistema Universitario (LOSU). Por primera vez, se incluye un título dedicado a la internacionalización del sistema universitario
que pivota sobre la aprobación de la Estrategia de la Internacionalización del Sistema Universitario y que, a su vez, se verá complementada con los planes de internacionalización que aprueben las mismas universidades. Sin duda, esta visión consensuada del proceso de internacionalización es una excelente oportunidad para el sistema universitario en su conjunto. Otro reto al que se enfrenta nuestro sistema universitario es la necesidad de crear nuevos currículums que respondan a los nuevos trabajos del siglo XXI. La denominada cuarta revolución industrial, así como el auge de las TIC, trae de la mano nuevos conocimientos y competencias que las universidades deben ser capaces de generar. Así, debemos ser capaces de proporcionar una formación cada vez más especializada, pero al mismo tiempo genérica y humanística. La aceleración es un rasgo común de nuestra forma de vida actual. Frente al habitual lema de hace unos años de “un trabajo para toda la vida”, hoy en día, los jóvenes se enfrentan a una “vida llena de trabajos”, y para hacer frente a esto, se necesitan ciudadanos resilientes, libres y racionales que las universidades tienen que seguir siendo capaces de formar. Ligada a la renovación de los currículums, encontramos también la necesidad de aumentar la oferta de titulaciones bilingües existentes , que además de dar respuestas a las nuevas demandas del mercado laboral, también potencian la internacionalización de nuestro sistema universitario. Todo sistema educativo que tenga por objetivo atraer talento internacional, deberá ser consciente de que la oferta educativa puede no ser atractiva por desconocimiento de la lengua en la que se imparte. Como consecuencia de ello, universidades de todo el mundo llevan más de veinte años dedicando grandes esfuerzos a introducir titulaciones impartidas en inglés ( english taught programmes , ETP ) como instrumento de internacionalización, con lo que ha aumentado enormemente el número de titulaciones impartidas en inglés en todo el mundo.
España, ha sido de los últimos países en adoptar esta tendencia, pero la ha ido asimilando lentamente y el número
1. Datos del “ Informe anual Erasmus+ 2021”, el documento más reciente de la Comisión Europea con datos oficiales cerrados sobre el programa Erasmus+, relativo al año académico 2020-2021. 2. Fuente: Sistema Integrado de información universitaria, (SIIU).
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