Viajando en un auto con un conductor inepto Algún día su adolescente podría enfrentarse a la decisión de subir o no a un auto con un individuo que ha estado tomando. Hágale énfasis en lo extremadamente peligroso que es subirse a un auto con cualquier conductor en estado inconveniente. Establezca una regla familiar clara: No subirse a un auto con cualquier conductor menor de 21 años que ha estado bebiendo. Los adolescentes que no consideran todas las consecuencias tienen una mayor probabilidad de tomar y conducir. Ya que los adolescentes prestan mayor atención a las consecuencias a corto plazo, los padres necesitan establecer reglas claras que prohíban el consumo de alcohol e imponer consecuencias si se rompen. Hable con su adolescente sobre los peligros de conducir con alguien que puede haber tomado demasiado. Ayúdele a tener un plan en caso de que se enfrente a una situación insegura. Hable sobre alternativas efectivas, como llamar un taxi o pedirle a alguien más que le lleve a casa. Recuérdele que tomar café u otras técnicas para “recuperar la sobriedad” realmente no funcionan. Él o ella no debe confiarse en estas técnicas para hacer que un amigo o amiga sea un conductor “seguro y sobrio”.
Motive a los adolescentes a llamar si necesitan que alguien les lleve seguros a casa. Cuando su hijo o hija le llame para recogerlo, ya sea porque él o ella o alguien más ha estado bebiendo: 1. Recoja y lleve a su adolescente a casa fuera de peligro. Permanezca en calma y no exprese su disgusto en el camino. 2. Si se ha roto la regla establecida en el hogar, escoja el momento apropiado más próximo para hablar sobre las consecuencias. Puede que lo mejor sea esperar hasta el día siguiente. 3. Hablen nuevamente sobre las reglas y las consecuencias. Todo lo que usted quiere es que él o ella esté libre de peligro. Asegúrele a su adolescente que la seguridad es la primera prioridad. Es más probable que los adolescentes llamen a casa a solicitar ayuda cuando tienen buena comunicación con sus padres y confían en que éstos no van a reaccionar desproporcionadamente (enfadándose e imponiendo castigos severos o desconocidos). ¿El mensaje equivocado? A algunos padres les preocupa que si se ofrecen a llevar al adolescente a casa podrían estar enviando el mensaje equivocado y hacerle creer que está bien tomar alcohol. Incluso si se ofrece a llevar a su hijo o hija a casa, puede imponer las consecuencias previamente establecidas por romper la regla de no consumir alcohol.
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