maneras apropiadas, tales como correr afuera o llenando una bolsa de basura con papel periódico. Cuando un niño parece sentirse de una manera en particular, pregúntele cómo se siente. La mejor manera para que un niño se sienta cómodo compartiendo sus pensamientos y sentimientos es que uno de sus padres o persona encargada de su cuidado comparta abiertamente sus propios pensamientos y sentimientos. Tranquilice a los niños Un niño va a volver a procesar sus
a medida que hablan sobre sus miedos. Sin importar lo irracional que puedan parecer éstos miedos, intente verlos en términos del desarrollo del niño. Él puede usualmente
sentimientos por la pena en cada etapa
de su desarrollo durante su vida.
aceptar explicaciones cuando sabe que hay un apoyo adecuado por parte de uno de sus padres o de una persona encargada de su cuidado. Respuestas a miedos que son directas, simples y claras acompañadas por caricias o por alguien que lo cargue, son las mejores respuestas. Entienda que los niños con frecuencia sustituyen sentimientos que pueden manejar por otros que no. Pueden sonreir o reir a carcajadas por cosas que no son graciosas. Es importante ver este comportamiento como una reacción de adaptación. Sin importar qué tan cómodo llega a estar un niño con una explicación apropiada para su edad acerca de la muerte, va a procesar nuevamente la experiencia y sus sentimientos al respecto en cada etapa del desarrollo, durante toda su vida. A medida que un niño madura, va a necesitar mayor información acerca del difunto y de las circunstancias que rodearon la muerte. Necesitará tiempo, espacio y oportunidades adicionales para elaborar su pena y crecer. Pasen tiempo jugando juntos Los niños con frecuencia comunican sus sentimientos más profundos a través de
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