Cuíde de usted mismo como padre, madre o persona reponsable del cuidado del menor Cuidar de un niño afligido puede ser doloroso y consumir mucho tiempo. Tenga en cuenta que, al igual que lo están haciendo los niños, usted también está atravesando por varias etapas de duelo. Sin embargo, es improbable que en algún momento pasen por la misma etapa al mismo tiempo. Cuídese. Asista a reuniones de grupos de apoyo a víctimas, lleve un diario, o busque terapia por un tiempo. Lo mejor que puede hacer por su hijo es manejar su propio duelo de una manera saludable. Si tiene preguntas o preocupaciones o si desea apoyo adicional para ayudar a su hijo a afrontar la muerte, llame
a un hospicio local, un centro de apoyo para el manejo del duelo, a la oficina local de MADD, al consejero de la escuela de su hijo, o a un profesional de salud mental. Muchos departamentos de trabajo social de los
Pida ayuda en su comunidad para encontrar apoyo para sus hijos.
hospitales pueden referirle a profesionales o programas apropiados. Directores funerarios y líderes religiosos comunitarios también son un buen recurso. Regrese a una rutina Los niños salen adelante con rutinas. Éstas establecen expectativas seguras para ellos y pueden ayudarles a afrontar después del caos de un accidente. La simple rutina de alistarse para ir a la cama, bañarse y leer un libro puede ayudar a empezar a restablecer una sensación de normalidad. Trate de llevar a los niños de regreso a una rutina lo más pronto posible con horas establecidas para despertarse, dormirse, comer e ir a la escuela.
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